VALENCIA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El establecimiento penitenciario de Picassent (Valencia) ha registrado en seis meses, desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2015, un total de 874 incidentes graves o muy graves, entre ellos, 12 agresiones o intentos de agresión a trabajadores.
Así se desprende de un informe elaborado por la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), en el que se pone de manifiesto el "déficit" en materia de personal y se lamenta que solo un funcionario tenga que hacerse cargo de más de 100 internos prácticamente todos los días.
Según los datos del informe, los incidentes en estos seis meses se han incrementado un 20 por ciento respecto al mismo periodo de 2014. Entre ellos, se incluyen 12 agresiones o intentos de agresión a funcionarios con lesiones de diversa gravedad, algunas de las cuales, incluso, provocó que alguno de los funcionarios agredidos hayan tenido que permanecer de baja médica. Entre las agresiones, Acaip cita puñetazos en la cara, patadas, mordiscos o arañazos.
Así mismo, han tenido lugar un total de 123 casos de amenazas graves,
coacciones o insultos graves a trabajadores; se han producido dos intentos de plante o desorden colectivo, situaciones que habitualmente se producen en los módulos que albergan a los internos más peligrosos, y que producen situaciones de gran tensión.
Por otro lado, hasta en 13 ocasiones los internos se han resistido de forma activa y violenta al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro, que podían haber terminado en agresión hacia los trabajadores. La mayoría de estos incidentes se han producido en el módulo 19 de Primeros Grados.
Se han contabilizado hasta 93 agresiones entre internos, de mayor o menor gravedad, alguno de los cuales ha sufrido lesiones de importancia; y se han encontrado un total de 187 objetos prohibidos por la normativa vigente --varios 'pinchos', teléfonos móviles, y diversos tipos de
drogas--.
Además, al menos en 49 ocasiones se ha producido un deterioro grave de mobiliario o dependencias del centro; se han denunciado un total de 47 casos de amenazas y coacciones graves de unos internos sobre otros; y se han producido 28 casos de autolesiones por parte de los internos, alguna de ellas de importancia.
HUELGA DE HAMBRE Y RESISTENCIA
Junto a ello, el informe recoge que un interno intentó suicidarse en ese período; se han computado tres internos que se han puesto en huelga de hambre; hasta en 231 ocasiones los internos se han resistido de forma
pasiva al cumplimiento de órdenes o de la normativa interior del centro; se han detectado 61 casos de intoxicaciones graves por consumo de drogas u otras sustancias; se han denunciado 18 casos de sustracción de objetos
personales de internos por otros compañeros de internamiento y un caso más de sustracción de material del centro. Por último, tres internos han quebrantado su condena al no regresar de permiso.
En general, Acaip señala que en este último semestre se ha producido un "importante incremento de la conflictividad" en el centro, "motivado por una mezcla explosiva". Por un lado que, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los centros penitenciarios españoles, no se ha visto reducida la población reclusa y, por otro, que el número de trabajadores se ha visto reducido de forma importante --en los últimos cuatro años se ha perdido más de un 10 por ciento de la plantilla--, ha advertido.
