Familiares de represaliados exhumarán en junio los restos de una fosa de Paterna, la más grande abierta en la Comunitat

Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo de la fosa 113 de Paterna
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 5 abril 2017 15:19

VALENCIA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Familiares de Víctimas de la Fosa Común 113 del Cementerio de Paterna iniciará en junio los trabajos de excavación y exhumación de los restos que se hayan en este enclave, donde se calcula que yacen los cuerpos de alrededor de 60 represaliados durante la dictadura franquista, en su mayoría fusilados el 18 de enero de 1940, el 19 de septiembre de 1941 y el 27 de marzo de 1940. Se trata de la fosa más grande abierta hasta la fecha en la Comunitat Valenciana.

Así lo han anunciado este miércoles el presidente de la Asociación, Santi Vallés, acompañado del arqueólogo director del equipo Arqueo Antro, Miguel Mezquida, --que coordinará los trabajos en la fosa--, en una rueda de prensa frente a las dependencias de la antigua Cárcel Modelo, la prisión a la que solían llevar a los condenados a muerte en fechas próximas a la ejecución para llevarlos después a fusilar.

Según las investigaciones realizadas por la Asociación, constituida en 2006, entre los fusilados en la fosa 113 de Paterna se encontrarían doce presos procedentes de Rafelbunyol, seis de Valencia, cinco de Ontinyent, otros tantos de la Font de la Figuera, Manises, l'Alcúdia, Alzira y otras poblaciones de la Ribera Alta, La Costera, Camp de Morverdre o La Safor, así como algunos autóctonos de Granada, Madrid y Burgos. Todos ellos de edades comprendidas entre los 27 y los 68 años.

El objetivo exhumar los restos de la fosa al completo, y no de una sola parte como se ha hecho en otras ocasiones, unos trabajos que ascienden a 125.000 euros, de los cuales la Diputación de Valencia ha financiado casi la mitad, 62.000. Pese a no cubrir todos los gastos, los familiares confían en obtener lo que falta en la próxima convocatoria de subvenciones.

Según el arqueólogo responsable del equipo Arqueo Antro, Miguel Mezquida se trata de la fosa más grande que se ha abierto hasta le fecha en la Comunitat Valenciana, donde las que más tenían eran de como mucho 15 represaliados.

Con la subvención de la Diputación, primero se abrirá la fosa 82 del cementerio de Paterna, donde hay 20 víctimas, y al finalizar, se empezará con la fosa 113, un trabajo que mayor "complejidad" dado el volumen de cadáveres. Además, ha explicado Mezquida, la fosa es "un espacio pequeño", de entre dos metros y dos metros y medio de ancho y tres metros de largo y "mucha profundidad", donde únicamente cabrán dos compañeros.

Será un trabajo "minucioso", ha asegurado, y aunque en la actualidad el Estado español no judicializa estos crímenes, Arqueo Antro hará un "tratamiento forense", para que si algún día esto cambia, "se puedan judicializar los casos y quede constancia".

Las fosas "siempre hablan", ha comentado, y Arqueo Antro va "buscando las pruebas del delito, que son los fusilamientos", lo que se conoce como el 'tiro de gracia', y recopilará las balas que normalmente que impactan en los huesos o quedan alojadas en las zonas blandas de carne y al esqueletizarse los restos, aparecen en la tierra.

Para Mezquida, "estos procesos tienen que hacerse públicos, la gente tiene que conocer la realidad de las familias. Es una cosa de todos para mejorar la sociedad".

Hasta la fecha, un total de 12 familias de víctimas de la Fosa Común 113 del Cementerio de Paterna han emprendido este proyecto de exhumación, pero el presidente de la asociación, Santi Vallés ha querido hacer un llamamiento para que todas las familias que tengan constancia de parientes fusilados en 18 de enero de 1940, el 19 de septiembre de 1941 y el 27 de marzo de 1940 se pongan en contacto con la Asociación o con el grupo Arqueo Antro para conocer el destino de sus seres queridos.

Se identificarán todos los cuerpos y los que quieran que se quede en la fosa se volverán a colocar en ella y se "dignificará" también el espacio "para que quede constancia que fueron enterrados allí los fusilados de los crímenes del franquismo".

"EL DUELO, POR FIN"

"Lo que empezó siendo un proyecto personal", ha recordado Vallés, llevará ahora a abrir la fosa más grande que se ha excavado en la Comunitat por "el sufrimiento, el miedo de tantos años, la pena" que "ahora por fin puede salir" y los familiares "podrán hacer el duelo, el duelo que les han negado. Esta es la clave, que puedan hacer el duelo con normalidad institucional, pero que no tengan que pedir limosna para eso".

Todo empezó cuando Santi Vallés comenzó a buscar su tío Paco, --Francesc Núñez Miquel, de Unió Republicana--, el hermano de su abuela. Antes de morir su tía, ha recordado, el prometió que "haría todo lo posible por traer el tío a casa, a l'Alcúdia". A partir de ahí comenzó un periplo en el que contactó con Arqueo Antro, y a través del Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica, con otros familiares de represaliados hasta que propiciaron un encuentro del que decidieron crear una asociación, un paso imprescindible para emprender un proyecto de exhumación, a instancia de familiares, y poder acceder a subvenciones.

En este punto ha querido agradecer a la Diputación de Valencia, que, "tras muchos años se han instituido ayudas, sin las cuales sería imposible llevar a cabo un proyecto así".

"¿TENEMOS QUE PEREGRINAR PARA BUSCAR NUESTRA MEMORIA? QUÉ VERGÜENZA"

Vallés ha reivindicado que se trata de "un derecho público, es un deber del Estado, que es responsable directo, aunque fueron tribunales militares, se tiene que hacer como en Alemania, con la normalidad de asumir esa responsabilidad e invalidar los juicios sumarísmos que los condenaron a muerte".

A su entender, "tendría que ser de oficio el Estado el que asumiera el proceso de investigación y todo lo que conduce a la excavación y exhumación", ya que "la burocracia administrativa es compleja". "¿Tenemos que ir peregrinando por los archivos para buscar nuestra memoria? ¡Pero eso que poca vergüenza!", ha criticado.

Según ha apuntado, "solo un análisis visual de los expedientes, nos damos cuenta de las inconsistencias, de los cambios de declaraciones, de las torturas que hacían para ir consiguiendo los testimonios que querían", ha denunciado. "Eran, como se puede comprobar en todos los juicios sumarísimos, personas trabajadoras que no tenían ninguna sospecha para ser condenados a nada, libres de cualquier carga, pero ya sabéis en qué consistió la represión, por cada muerte de un bando tenían que caer como mínimo uno o dos del otro bando", ha relatado.