Júlio Quaresma invita a un festín de ironía, color y sensualidad en el IVAM con sus 'Arqueologías comestibles'

Júlio Quaresma en la presentación en el IVAM
Foto: IVAM

VALENCIA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El artista portugués de origen africano Júlio Quaresma (Lunda, Angola, 1958) invita al público del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) a darse un festín de colorido, sensualidad, ironía y "reflexión política no panfletaria" en la exposición 'Arqueologías comestibles'. La muestra  --integrada en su mayoría por obra nueva-- estará en el museo valenciano hasta el próximo 6 de enero y, posteriormente, arrancará una itinerancia internacional que la llevará a Italia, Portugal y Rusia, entre otros  países.

   Así lo ha comentado el propio creador, que ha presentado la selección a los medios junto al comisario del proyecto, Fernando Castro. La exposición, que se ha instalado en la Galería 7 del  IVAM, reúne 16 pinturas --siete de las cuales son nuevas--, dos instalaciones también inéditas, y un vídeo, que se estrena igualmente en la institución valenciana.

   Quaresma y Castro han coincidido en resaltar que se trata de un trabajo "ambicioso" en el que el autor ha invertido dos años y que habla de una gran variedad de temas a partir de una representación actual de las naturalezas muertas, un motivo recurrente en la historia de la pintura. Pero las escenas del artista portugués apuestan por un estallido de color y por romper con la presentación clásica de pintura plana, ya que, debido a su formación de arquitecto, los cuadros son tridimensionales y hacen que cambien a cada paso que da el espectador.

   La comida se usa en esta exposición como representación de lo real y su escenificación y el bodegón no deja de ser "una metáfora de la riqueza, la pobreza y los valores místicos y estéticos". "En mis bodegones hay una posición política por detrás de una mirada irónica y transgresora. Pinto esencialmente vegetales, combinados en su mayoría con elementos poco comunes --máscaras de diferente culturas-- que están llenos de fuerza e intensidad, creando así una nueva historia dentro de la composición", señala el creador.

   La ironía que, según ha incidido el artista, es uno de los ingredientes principales de esta propuesta aparece ya desde la primera sala, donde una instalación llena de manzanas colgantes da la bienvenida a los visitantes. "Es como el cóctel", ha comentado Quaresma.

INVITACIÓN AL 'SELFIE'

   La siguiente instalación es una mesa con la forma del mapa de Portugal y forradas de tela tradicionales del estado luso a la que sientan unos maniquís negros con máscaras que representan habitantes de las antiguas colonias y que se están repartiendo los territorios portugueses para simbolizar "el intercambio de papeles que se están produciendo en la actualidad". Alrededor de la pieza hay también otras sillas vacías que son una invitación al público a hacerse un 'selfie', tan de moda en estos momentos, ha apostillado.

   A partir de ahí, se despliegan las obras pictóricas --todas ellas nuevas, menos una que ya pertenecía a la colección del IVAM-- en la que la máscara, entendida como un elemento que alude a la muerte y a la ignorancia sobre el otro es un elemento constante. También el cuerpo humano, que aparece en algunas de las piezas como manjar con reminiscencias caníbales, se repite en varias de las obras.

   Con motivo de la muestra, que patrocina Heineken, se ha editado un catálogo que, además de reproducir las obras, incluye textos de Fernando Castro, Achille Bonito Oliva, Desirée Martínez Beltrán y Fernando Antonio Baptista Pereira.

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