VALENCIA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre atendió en 2013 a un total de 3.331 personas que realizaron peticiones de atención, información y derivación, de las que 1.021 acabaron siendo usuarios en los centros de día, comunidades terapéuticas y viviendas tuteladas que la fundación tiene en Valencia y su provincia, lo que supone un aumento de un 8,7 por ciento respecto al año anterior.
En su memoria anual de 2013, presentada este jueves, destaca el aumento de un 30 por ciento del número de pensionistas atendidos, así como los incrementos de las atenciones por adicción al alcohol y al cannabis, con un 13 y un 18 por ciento, respectivamente, según ha indicado el director terapéutico de la fundación, Juan Manuel Ferrer.
La mitad de las personas atendidas acudieron por problemas derivados del consumo de cocaína, "que se mantiene estable", mientras que el segundo y tercer lugar lo ocupan el alcohol y el cannabis, "aunque el perfil mayoritario es el del policonsumo de varias sustancias", ha señalado Ferrer, que ha apuntado que se aprecia "un mayor número de atenciones a causa de adicciones a nuevas tecnologías, móvil, compras o juego on line".
Además ha expresado la "preocupación" por el aumento de casos relacionados con el alcohol y el cannabis, "sobre todo en jóvenes, cuyo consumo no se percibe como problemático, por lo que la prevención es nuestro principal caballo de batalla".
Por este motivo, la fundación puso en marcha en febrero de este año un área de prevención específica para intervención temprana, que realiza parte de su trabajo en el ámbito escolar, dirigida a jóvenes de 13 a 22 años, "que ha duplicado los casos atendidos en sólo cinco meses".
36 AÑOS, SOLTERO O DIVORCIADO Y EN PARO
El perfil mayoritario de las personas atendidas por la fundación en 2013 es el de un "varón español de alrededor de 36 años, policonsumidor, soltero o divorciado, que suele tener apoyo familiar, en paro o pensionista, y con estudios de algún tipo", ha subrayado.
Respecto al incremento de pensionistas atendidos, "tanto jubilados como jóvenes o adultos que cobran algún tipo de pensión, este dato refleja la cronificación de parte de nuestros usuarios".
Uno de los principales retos de la fundación es "la prevención, porque nos preocupa la indiferencia social respecto al botellón, el cannabis y el abuso de las nuevas tecnologías y la permisividad de muchos padres", según ha explicado la presidenta delegada de la fundación, Mª de la Concepción Guillén, que ha hecho un llamamiento a la sociedad "para que colabore con nosotros, porque la adicción es un problema de todos, y la fundación puede ser la respuesta".
DEUDA DE 890.000 EUROS
Por su parte, la directora administrativa de la fundación, Elvira Miragaya, ha explicado que casi el 80 por ciento de su financiación es pública y se han visto afectados por "los retrasos en los pagos de la administración, la falta de liquidez y el endeudamiento bancario".
Así, "el año pasado lo cerramos con una deuda de la administración superior al millón de euros y, a día de hoy, la deuda asciende a cerca de 890.000 euros". Además, "la financiación privada se ha reducido un 16 por ciento y también han descendido las donaciones de nuestros socios".
Ha comentado también que "desde abril de este año la administración ha recortado el tiempo de asistencia en plazas públicas" y si hasta ahora el tratamiento ambulatorio para los usuarios derivados a Proyecto Hombre desde las Unidades de Conductas Adictivas era de seis meses, "desde este año, es de tres meses, lo que resulta totalmente insuficiente".
A pesar de estos recortes y retrasos, el año pasado el 44 por ciento de usuarios "consiguió alcanzar objetivos y finalizar el tratamiento, un dato del que estamos muy satisfechos porque, además, supone un incremento de un 15 por ciento respecto a 2012", según Ferrer.
49 PROFESIONALES Y 80 VOLUNTARIOS
La fundación canónica Arzobispo Miguel Roca- Proyecto Hombre, dedicada desde hace más de 25 años a desarrollar programas contra las adicciones a drogas, cuenta en la actualidad con un equipo formado por 49 profesionales, con el que colaboran 80 voluntarios, a los que han agradecido "su presencia y su compromiso".
La entidad desarrolla sus programas de actuación en dos comunidades terapéuticas en Valencia y otra en el centro penitenciario de Picassent, cuatro centros de día (en Valencia y en las localidades valencianas de Gandia, Ontinyent y Sagunt, que desde este año gestiona otra entidad social), tres viviendas tuteladas, un centro de tratamiento ambulatorio y el programa de prevención indicada dirigido a adolescentes.
