Un superviviente del holocausto gitano en Auswitch lamenta la presión policial a este pueblo y el ataque a sus derechos

Peter Höllenreiner, superviviente de Auswitch, a la izquierda de la imagen
Europa Press
Actualizado: lunes, 28 noviembre 2016 16:47

VALENCIA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un superviviente de la persecución y holocausto al pueblo gitano por parte de los nazi durante la segunda guerra mundial y superviviente del campo de concentración de Auswitch, Peter Höllenreiner, ha lamentado este lunes la presión y persecución policial a la que todavía se ve sometido este pueblo en algunos países de Europa, así como los ataques que aún se viven en la actualidad a los derechos de las personas que lo componen.

Höllenreiner se ha pronunciado de este modo en el VI Seminario Internacional Rroma de Reflexión y Memoria del Holocausto Rroma, 'Mem Rom Samudaripem', que se celebra hasta el próximo miércoles en Valencia. El encuentro se completa con una exposición itinerante que tras pasar por Valencia recorrerá otras ciudades.

Este hombre, que tiene 78 años y que vivió en el campo de concentración de la Alemania nazi de los tres a los seis años, ha ofrecido una rueda de prensa previa a la conferencia que ha impartido en este encuentro bajo el título 'Vida y muerte en Auswitch-Testimonio de un superviviente". Peter Höllenreiner era hijo de un soldado alemán que cuando llegó Adolf Hitler al poder fue "estigmatizado" junto al resto de su familia y deportado a diferentes campos de concentración, entre ellos el de Auswitch.

El superviviente ha comentado, preguntado por las razones por las que el genocidio gitano ha sido menos destacado que el judío, que no fue solo hasta principios de los años 80 del siglo XX cuando esta circunstancia permanecía silenciada y se mantenía la estigmatización ya que "a día de hoy siguen siendo perseguidas por la policía" personas pertenecientes "al pueblo gitano" y ha hablado de la presión policial en Alemania, Polonia o la República Checa.

Igualmente, ha comentado que después de la segunda guerra mundial, hasta los años 60 del pasado siglo seguían abriéndose actas a ciudadanos de este colectivo por parte de la policía y celebrándose juicios. Ha dicho que el número de acta era el número que tenían tatuado en el brazo los supervivientes y ha considerado esto "una ofensa permanente" durante años.

Respecto a sus recuerdos en el campo de concentración de Auswitch, Peter Höllenreiner ha manifestado que como niño no recuerda "casi nada". No obstante, ha diferenciado entre lo que supone "vivir un trauma" y sufrir el horror y ha dicho que "no se puede explicar lo que es sobrevivir" a éste último.

Por otro lado, ha apuntado que como niño ya "en el colegio" vivió situaciones para sentirse humillado. Ha relatado que entonces tenía que sentarse "en el último banco porque los profesores consideraban que al ser gitano no tenía derechos" y ha aseverado que hasta el día de hoy ha tenido sensaciones así.

"DE LA LECHE MATERNA"

En esta línea, ha señalado que hace poco tuvo un juicio y que el juez le recriminó que los tiempos más duros los había vivido y sufrido con su madre y no en otra situación. Así, ha censurado que el magistrado le indicara que "la predisposición a ser gitano y la maldad la había recibido de la leche materna", que "los gitanos recibían lo malo como persona de herencia de sus padres" y que "ser criminales se recibía por la leche materna".

Entre sus vivencias en el campo de concentración, Höllenreiner ha recordado el día que las tropas inglesas entraron para liberarlos y cómo su tía besaba las manos de estos soldados para darles las gracias y gritaba que eran libres, así como que se hizo una fogata para celebrarlo. En la parte negativa, ha recordado los experimentos médicos nazis sobre personas recluidas en los campos de concentración como niños, mujeres o mujeres embarazadas.

Peter Höllenreiner ha citado entre estas pruebas la extracción de un bebé del vientre de su madre y la posterior recolocación y trasplantes de orejas y órganos. Asimismo, ha resaltado que su padre, su madre, su hermano y hermana mayor fueron esterilizados y que 36 personas de su familia fueron exterminadas en campos de concentración, por lo que ha afirmado que no puede volver a pisar estas instalaciones y que no quiere tocar ni un milímetro de ellas.

RECUPERAR LA MEMORIA

'Mem Rom' es un proyecto cofinanciado por el programa 'Europa con los Ciudadanos' de la Unión Europea con el objetivo de "visibilizar el genocidio sufrido por el pueblo gitano durante la segunda guerra mundial, así como recuperar y divulgar la memoria del holocausto gitano, crear conciencia sobre la exclusión social y sus consecuencias y reducir el antigitanismo existente en la sociedad".

Asimismo, por medio de este iniciativa se pretende "crear foros y espacios de discusión sobre el respeto a la diversidad, y trabajar con los jóvenes sobre los aspectos de tolerancia y el entendimiento mutuo como elementos determinantes para la convivencia".

Los organizadores del seminario celebrado en Valencia han explicado que este encuentro se enmarca en las actividades promovidas para la recuperación de la memoria histórica y en esta tarea, para "recuperar la memoria histórica del genocidio al pueblo gitano", que ha sido "hasta el año 1983 algo casi negado" y que "a partir de esa fecha algunas personas empezaron a reivindicar".

En este sentido, han apuntado que su intención era celebrar "un seminario realmente importante, de los más importantes hechos hasta ahora en Europa, teniendo en cuenta que en proporción --por el número de población-- se mató a más gitanos que judíos", la "gran diáspora" que se originó y que se calcula que "entre el 25 y el 50 por ciento del total de la población gitana en Europa fue exterminada".

SENTIMIENTO DE CULPA

Por su parte, Iovanca Gaspar, socióloga encargada del acompañamiento de familias gitanas en Munich, ha comentado que en la actualidad aún hay en las instituciones alemanas un "fuerte sentimiento de culpa" por el holocausto gitano bajo el punto de vista de los afectados, sin pleno reconocimiento y sin haberse enfrentado correctamente a ello.

Ha señalado que mucha de esta población vive en la periferia de una gran ciudad como Munich y que un "alto porcentaje de niños va a colegios especiales porque se considera que no son capaces de hacer estudios superiores o rendir en los básicos". En este punto Höllenreiner ha dicho que la prensa en Alemania no es capaz de transmitir la verdad de lo que pasó.