Pedro Bravo: "València tendrá que trabajar para que el turismo no afecte a los derechos de sus habitantes"

Quejas vecinales en Russafa
RUSSAFA DESCANSA
Publicado: domingo, 20 mayo 2018 12:14

VALÈNCIA, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El periodista y escritor Pedro Bravo, que acaba de publicar el libro 'Exceso de equipaje. Por qué el turismo es un gran invento hasta que deja de serlo' (Debate), advierte que València "ha trabajado mucho para acoger a más turismo, pero ahora seguramente tenga que hacerlo para controlar el equilibrio y que esto no afecte a los derechos de sus habitantes".

Así lo ha aseverado el autor en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la presentación de la obra, en la que reflexiona sobre las razones por las que en el país que presume de ser el mejor destino turístico del mundo ha aparecido un movimiento de rechazo a su industria más próspera.

En su opinión, la llamada 'turismofobia' puede constituir "una oportunidad para replantearse un relato, el de 'el turismo es bueno y punto'". Bravo recalca que las personas que protestan contra algunas prácticas "no odian al turista, sino que se quejan para cambiar un modelo que produce ingresos, pero en el que también hay empleo precario y en el que la economía generada no siempre recae en el propio lugar, sino en determinadas empresas que controlan el 'cotarro".

Para el investigador, especializado en temas urbanos, "una de las grandes tragedias de España y de otras partes del mundo es el precio de la vivienda", que sube por cuestiones como la proliferación de apartamentos turísticos y hace que "miles de personas tengan que irse lejos de sus lazos familiares o dedicar más del 40 por ciento de su sueldo" a un inmueble.

Para Bravo, València está inmersa en un proceso por el que antes ya han pasado otras urbes españolas, como Barcelona o Madrid. "València
--ha continuado-- tiene todos los condicionantes de éxito turístico: mar, un clima estupendos, es maravillosa, un puerto y un aeropuerto, por lo que el crecimiento es muy potente". "Lo que ocurre es que, al mismo tiempo, se dan protestas entre vecinos, quejas desesperadas porque ese crecimiento produce efectos negativos que interfieren con derechos como el de la vivienda".

Por ello, ha considerado que "València ha trabajado mucho para acoger a más turismo, pero ahora seguramente tenga que hacerlo para controlar el equilibrio y que esto afecte a los derechos de sus habitantes".

"TEATRALIZACIÓN DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS"

El escritor ha aludido al fenómeno de la "teatralización de los espacios públicos", que en el caso de València se está dando en lugares como Russafa. "Se da una paradoja fascinante: vamos a los sitios a tener experiencias locales y nosotros mismos hacemos que dejen de ser auténticas. Los barrios modernos, como pueden ser Russafa en València, Malasaña en Madrid o El Raval en Barcelona son barrios auténticos pero empieza a llegar tanta gente que dejan de serlo y se convierten en uno solo; hay una especie de comunidad internacional de barrios modernos y este es un proceso difícil de revertir, pasarán años hasta que la vida real vuelva", ha augurado.

Frente a estas situaciones, el autor opina que debería reforzarse la coordinación entre las instituciones, porque "las ciudades están luchando solas".

El periodista cree que no se está reaccionado a tiempo pero considera que es "natural porque se trata de un tema que tiene que ver con una economía de mercado globalizada que avanza muy rápido y que se mete en rendijas donde no llega la regulación". "Lo importante es darse cuenta de que el relato de que el turismo es bueno y punto es revisable y, a partir de ahí, construir lugares buenos para los visitantes pero sobre todo para los habitantes", ha concluido,