MADRID, 24 Jul. (EDIZIONES) -
Hay un viejo dicho que asegura que 'toda gran novela tiene algún capítulo terrible'. Una afirmación que se puede extrapolar al mundo del cine. Todo gran director tiene en su filmografía algún título firmemente olvidable. Y cuanto más extensa es su carrera, cuanto más veterano es el director, más fácil es encontrar dichos agujeros negros.
Muchos de ellos encuentran su punto flaco en el remake de películas ya existentes. Es casi como, si por una ley no escrita de Hollywood, todo gran director de renombre estuviese obligado a 'reciclar' algún título en un momento dado de su carrera. Y aunque de vez en cuando la cosa funciona, los resultados con frecuencia dejan mucho que desear.
En un momento cinematográfico en el que los grandes títulos se mueven en la (difuminada) frontera entre la precuela, la secuela, el spin-off, el remake y el reboot, desde EuropaPress, y de la mano de WhatCulture, hacemos un repaso de 12 grandes directores que realizaron desastrosos remakes de grandes películas. pasen, y si pueden, no vean.
STEVEN SPIELBERG - ALWAYS (1989)
El director de grandes películas como Tiburón o Indiana Jones se unió a Richard Dreyfuss por segunda vez en 1989 para Always, el remake de Dos en el cielo (1943), dirigida por Victor Fleming. El mayor error, trasladar la historia del contexto original en la II Guerra Mundial a la actualidad, cambiando a un combatiente de las fuerzas aéreas por un bombero que vuelve de la muerte. Por suerte, Spilberg volvió poco despúes a lo que mejor se le da con Indiana Jones y la última cruzada.
GUS VAN SANT - PSYCHO (PSICOSIS) (1998)
Hasta 1998 nadie se había atrevido a revisar el clásico de Hitchcock, y por algo sería. Pero entonces llegó Gus Van Sant con su cine de arte y ensayo y decidió que él era elegido. La respuesta a su experimento fue clara. Lo siento Gus, pero no funciona. Y seguramente la escena de Vince Vaught masturbándose furiosamente en la ducha tenga mucho que ver.
SPIKE LEE - OLDBOY (2013)
Parecía difícil coger una historia tan apabullantemente buena como la narrada en Oldboy y realizar una mala película. Y más teniendo a Josh Brolin como protagonista. Sin embargo, Spike Lee lo consiguió. El remake no añade nada nuevo a la cinta original. De hecho, lo único que hace es restarle intensidad a la trama. Tal vez, el montaje de 140 minutos del director (que nunca llegó a ver la luz) sea la respuesta al estrepitoso fracaso del Oldboy americano.
RICHARD LINKLATER - UNA PANDILLA DE PELOTAS (2005)
El estilo narrativo de Richard Linklater posee la capacidad de convertir (casi) cualquier película en una obra maestra. Lo demostró en Waking Life, lo corroboró en Escuela de Rock y se coronó con Boyhood. Por eso cuesta entender como el remake de una película considerada casi de culto (hasta Tarantino la admira) le salió tan mal al director. Ni siquiera Billy Bob Thorton en el papel del alcohólico entrenador Matthau salvó el film de 2005. Como si no existiera.
MICHAEL HANEKE - FUNNY GAMES (2007)
Michael Haneke decidió en 2007 dirigir el remake de su propia película. 10 años después del estreno de la original, con intención de hacerla más llamativa para el público americano. El director ha sido aclamado en numerosas ocasiones por crítica y público gracias a su cine subversivo e impactante. Sin embargo, la versión americana de Funny Games parece demasiado artificial como para tomarla en serio. Ni Naomi Watts y Tim Roth siendo sádicamente torturaron salvaron el proyecto.
LOS HERMANOS COEN - LADYKILLERS (2004)
Los Coen llevan formando pareja creativa casi desde sus orígenes con excelentes resultados en su filmografía. Sin embargo, el remake de 2004 de Laidykillers no terminó de cuajar. No sólo no es divertida, sino que además es terriblemente lenta. Una cinta que incluso es una mancha en el intachable expediente de Tom Hanks.
CAMERON CROWE - VANILLA SKY (2001)
Antes de boicotear su propia carrera, el escritor y director Cameron Crowe regaló grandes cintas como Casi famosos o Jerry Maguire. Sin embargo, el remake americano de Abre los ojos, pese a contar con Tom Cruise y Penelope Cruz, parece más una burla a la cinta original que una fiel adaptación para el mercado americano.
JOHN CARPENTER - EL PUEBLO DE LOS MALDITOS(1995)
Los 80 empezaban a desvanecerse, y el aclamado John Carpenter buscaba nuevos proyectos para realzar su carrera. Lamentablemente su versión del clásico de terror de los 60 El pueblo de los malditos, lejos de conseguir la angustiosa admósfera de la cinta original, se ve como una (mala) película para televisión, que supuso uno de los mayores fracasos del director, tanto artística como económicamente.
TIM BURTON - EL PLANETA DE LOS SIMIOS (2001)
Tim Burton es uno de los cineastas más personales de la industria hollywoodiense. El fabricante de cintas como eduardo Manostijeras o Sleepy Hollow marcó 'el principio del fin' con su versión del Planeta de los simios con Mark Whalberg, que dejó uno de los finales más innecsarios del cine. Por suerte, la saga ha conseguido redimirse gracias a Andy Serkins y su genial Cesar en El origen del planeta de los simios.
SYDNEY POLLACK - SABRINA (1995)
Se podría pensar que un veterano como Sidney Pollack, escritor, productor, actor, director y leyenda de Hollywood, podría ser la persona adecuada para relanzar un clásico como lo es Sabrina de Audrey Hepburm y Humphrey Bogart. Pero nada más lejos de la realidad. Harrison Ford y Julie Ormond tienen cero química en la pantalla, y la cinta de Pollack, es cuanto menos olvidable.
HAROLD RAMIS - AL DIABLO CON EL DIABLO (2000)
Hoy en día, juntar a Brendar Frasier y Elizabeth Hurley en una misma película parece una idea de lo más descabellada. Sin embargo parecía algo de lo más normal, al menos a priori. Aún así Al diablo con el diablo triunfó en taquilla recaudando 90 millones de dólares, el doble de su presupuesto de producción. En realidad, aunque muy inferior a la original, la cinta de Harld Ramis supuso el último 'éxito' del director.
STEVEN SODERBERGH - SOLARIS (2002)
hay que ser muy valiente, o muy estúpido, para encargarse de un remake de una película de Andrei Tarkovsy. Y más si se trata de un hito de la ciencia ficción como es Solaris. Partiendo de ésta premisa, no es extraño que la versión de 2002 de Steven Soderbergh con George Clooney se vea como completamente innecesaria. Donde Tarkovsky explora temas filosóficos y existencialistas, Soderbergh se vuelca en una (innecesaria) trama romántica entre dos astronautas. ¿Qué clase de revisión de un clásico es esa?
