Seminci
EUROPA PRESS

VALLADOLID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El "elogio a la fragilidad humana", además del canto a la solidaridad, que los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne hacen en 'Dos días y una Noche', ha arrancado los primeros aplausos del público de la 59 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que se inaugura este sábado con la propuesta de los hermanos belgas.

La producción, interpretada por la afamada Marian Cotillard, a la que quisieron hacer médico, en un guión inicial, para convertirla luego en trabajadora, y a la que han buscado dar "otro cuerpo y otra imagen", lejos de su condición de estrella e imagen de distintas firmas, ahonda en la "fragilidad" de Sandra, una joven mujer víctima de una depresión que, cuando va a incorporarse a su puesto de trabajo después de cuatro meses de parón, se encuentra con que su empleo peligra frente a la promesa de una prima de 1.000 euros a sus compañeros por parte de su jefe.

De este modo, en dos días y una noche Sandra, acompañada y empujada por de su marido Manu, visita uno por uno a sus compañeros para, al menos, conseguir el apoyo de nueve de ellos a su empleo, con lo que supone: que ellos, trabajadores pluriempleados y con familias a las que sacar adelante, renuncien a mil euros para que ella se reincorpore a la empresa.

El "flechazo cinematográfico" entre los Dardenne y Marion Cotillard, que se mantuvo pese al paso de médico a obrera, lo que no importó a la actriz, se traduce, según los directores, en 'Dos días y una Noche', una historia de amor y de relaciones humanas que traslada al espectador una realidad actual: la de la supervivencia entre los trabajadores, que con múltiples necesidades tienen que elegir entre el puesto de trabajo de su compañera, quien quiere volver tras cuatro meses de baja, y la prima prometida por el jefe.

"Es una película que cuenta que la solidaridad es mejor que la no solidaridad", ha explicado Jean Pierre, quien ha mostrado su deseo de que los espectadores que acudan a ver la película se pongan en el lugar de Sandra, por una parte, y de sus compañeros, y reflexionen sobre la decisión que hubieran tomado en su lugar: elegir entre el empleo de una compañera o el beneficio propio cuando se necesita o estar dispuesto o no a recuperar tu empleo si eso conlleva que lo pierda un colega.

EL "ELOGIO A LA FRAGILIDAD"

"La película es un elogio a la fragilidad humana", ha defendido Luc en referencia a la depresión de la protagonista, punto en el que se han referido a su condición de "razón dramática" para construir la historia: Sandra tenía que estar de baja para que para sus compañeros no votaran por ella porque, en caso contrario, hubiera sido mucho más difícil y, por otro lado, tenía que ser una mujer frágil, "una obrera quizá menos eficaz, más vulnerable".

'Dos días y una noche' toma partido "por los más débiles" bajo la luz del verano, época en la que grabaron con el fin de el sol tuviera también su protagonismo y la luz llevara a Sandra, cual Gary Cooper, a una 'road movie' con una "carretera obligatoria" bajo el telón de fondo de la crisis del Estado del Bienestar, contenida en Bélgica, país originario de los cineastas, algo más que en España tras un gobierno de centro¡ izquierda "que ha ayudado a que el choque no sea tan violento" y a la espera de que el actual periodo, con un gobierno "de derechas derechas", no cambie la dirección de las cosas.

Luces que hacen "aparecer rostros" pero no iluminarlos, además de canciones que buscan demostrar fortaleza frente a la melancolía y complicidad y solidaridad ante la adversidad convierten la de los hermanos Dardenne en una historia con un final tan feliz como el que la dignidad permite --"si ganara hubiera sido demasiado fácil con respecto a lo que contábamos (...) podíamos haber hecho un final plausible que no hubiera ido acorde con la idea de la solidaridad que transmitíamos"-- que "cierra un círculo", "el único final posible", con la dignidad como ingrediente esencial y con una alegría final. "Es la primera vez que acabamos una película con alguien diciendo: "estoy contenta", bromean los hermanos.

"La mayor parte de los seres humanos son sensibles a esto, da igual de dónde sean... los cerrados incluso pueden abrirse". Ese es, seguramente, el mensaje principal que los cineastas belgas mandan al espectador: que la solidaridad y la sensibilidad, aun en tiempos de dificultad, siguen tan vigentes que, incluso, son la solución.

LOS DARDENNE

Jean-Pierre Dardenne nació en 1951 en Engis (Bélgica) y su hermano Luc tres años después, en Awirs. Tras dedicarse a la interpretación y estudiar Filosofía, respectivamente, entre 1974 y 1977 intervinieron en numerosos vídeos sobre problemas de urbanismo y cuestiones de interés social en la región obrera de Valonia.

En 1975 crearon Dérives, con la que han producido unos 60 documentales para televisiones europeas y en 1994 fundaron la productora Les Films du Fleuve. 'La promesa' supuso su lanzamiento internacional y obtuvo la Espiga de Oro en la 41 Semana. Con 'Rosetta', que clausuró la 44 Semana, consiguieron la Palma de Oro en Cannes y el Premio a la Mejor Actriz para Emilie Dequenne.

En 2002, 'El hijo', que supuso el premio en Cannes al Mejor Actor para Olivier Gourmet, participó en la 47 Semana, y con 'El niño' recibieron su segunda Palma de Oro en el festival francés y participaron en la 50 Semana. En 2011 'El niño de la bicicleta' recibió una Mención Especial para el joven actor Thoms Doret.

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