James Cameron
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Actualizado: domingo, 5 febrero 2017 13:40

MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Que James Cameron tiene algo de ego ni es nuevo ni es pecado. Pero que sea él, director de Titanic y Avatar, las dos películas más taquilleras de la historia, quien diga que los Oscar no son justos con los blockbusters, tiene su miga. Y es que en la promoción de su nuevo documental, Atlantis Rising, sobre un equipo de arqueólogos en busca de la famosa ciudad perdida, el realizador ha atizado a la Academia de Cine en una entrevista con The Daily Beast.

"Han sido varias veces en la historia de los Oscar cuando una película popular fue bien recibida por los premios, pero en un año típico, la Academia toma la posición de 'es nuestro deber patricio decir a la plebe lo que deben ver'", comenta con cierta ironía Cameron, al que le habían preguntado por los índices de audiencia de la gala.

"Y no recompensan a las películas que la gente realmente quiere ver, aquellas por las que están pagando, sino que les dicen: 'Sí, tú crees que eso te gusta, pero lo que te debería estar gustando es Esto'", se queja el realizador de blockbusters o, como él los llama, "gran cine visual".

"Tomé una decisión antes de Titanic de que no iba a servir a dos maestros: iba a primar el cine visual. Aunque he gastado una horrible cantidad de tiempo en guiones e interpretaciones, aún adoro hacer un gran cine visual", agrega el veterano cineasta, quien volvió al tema diciendo que "mientras la Academia vea como su deber" el dar lecciones, no se pueden esperar "audiencias altas".

"Puedes esperar un buen espectáculo, y ese es su deber, pero luego no te quejes de tu share. Titanic fue un caso muy inusual. No estoy diciendo que sea una película mejor que las películas de antes o de después, o que fuera necesariamente un año mejor en general, pero fue una película que hizo un montón de dinero y obtuvo un montón de nominaciones. La próxima vez que veamos eso, veremos subir la audiencia. Es así de simple", argumenta Cameron.

LA ACADEMIA QUIERE A CAMERON

La forma despectiva en la que Cameron habla de la Academia dista mucho de la relación que esta ha tenido con sus películas. Exceptuando la primera de las dos entregas que dirigió de Terminator y Pirañas II: los vampiros del mar, el resto de películas del canadiense han estado presentes en la gala.

Como es de sobra conocido, Titanic tiene 11 Oscar, siendo, junto a Ben-Hur y El Señor de los Anillos: El retorno del rey, la película con más estatuillas del mundo del cine (y obtuvo 14 nominaciones, como Eva al desnudo y La La Land).

Avatar consiguió 3 Oscar de 9 nominaciones (Fotografía, Efectos Especiales y Dirección artística); Terminator 2: El juicio final se alzó con 4 galardones de las 6 categorías a las que optaba (Sonido, Efectos de sonido, Efectos especiales y Maquillaje); Aliens (El regreso) se hizo con 2 de 7 (Efectos Especiales y Efectos de Sonido); y Abyss con 1 de 4 (Efectos Especiales). Sólo con Mentiras Arriesgadas, nominada a un único Oscar (Efectos Especiales, cómo no), se fue de vacío.

LA ACADEMIA VS. EL CGI

De ahí la sorpresa cuando el descontento de Cameron con los Premios de la Academia no se quedara ahí y siguiera cantándole las cuarenta. Esta vez, nada más y nada menos que por el desprecio hacia las películas con un claro uso de los efectos visuales, diciendo que los votantes temen este tipo de películas y que están sesgados.

"Definitivamente hay un sesgo. La mayoría de los miembros de la Academia todavía son actores. Mira, me encantan los actores, pero así es como piensan: generalmente, son escépticos con la tecnología. Así que cuando ven una película que depende demasiado de los efectos visuales, dicen 'oh, esta no es una película donde se actúe'", responde el director.

"Bueno, pues Titanic era una película de efectos visuales con piel de cordero, ¿sabes? Sí, tenía efectos visuales, pero trataba de personas y de una historia. Los efectos visuales quedaron eclipsados por eso. Pero si haces una película como Avatar, el CGI está en primera línea, y aunque yo sentía que las actuaciones eran iguales de buena y la historia que estábamos creando era ídem, nunca van a recompensarla de la misma forma", acaba su alegato James Cameron.

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