Martin Scorsese
CORDON PRESS
Actualizado: miércoles, 11 octubre 2017 12:28

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

"Cuando dejé el colegio lo primero que pensé fue: '¡Genial, se acabaron las notas!' Eso fue antes de mi primera premiere", dice Scorese al inicio de su artículo de opinión publicado en The Hollywood Reporter en el que carga duramente contra webs de calificación cinematográfica como Rotten Tomatoes y Cinemascore que, a su juicio, son dañiñas para la crítica cinematográfica seria y también para el trabajo de los propios creadores.

Un artículo que arranca reconociendo que que él, como todos los que se dedican a hacer cine, ha recibido críticas positivas y negativas de sus trabajos. "Las negativas, obviamente, no son muy divertidas, pero son gajes del oficio. Sin embargo, quiero señalar que antaño cuando algunos críticos tenían problemas con alguna de mis películas, los exponían de forma reflexiva, con posiciones reales que se sentían obligados a argumentar", apunta el director de El lobo de Wall Street o Uno de los nuestros que destaca que en las últimas dos décadas "muchas cosas han cambiado en el cine" y lo han hecho "en todos los niveles, desde la forma en que las películas se hacen hasta la forma en que son vistas y discutidas".

Y en este último ámbito en particular, Scorsese señala que ahora todo lo que parece determina la validez de una película es su taquilla el fin de semana. Una "obsesión" que se ha convertido en un "juicio brutal" a cada película que deriva en lo que denomina un "sanguinario deporte" en el que se puntúan películas como Rotten Tomatoes o Cinemascore "que no tienen absolutamente nada que ver con la crítica de cine real".

COMO CABALLOS DE CARRERAS

"Califican las películas del mismo modo que a los caballos en un carrera, un restaurante o incluso un electrodoméstico", afirma el director de Taxi Driver o Silencio que asegura que este tipo de páginas "tienen todo que ver con el negocio y absolutamente nada con la creación o la visión inteligente de una película". "El cineasta se reduce a un fabricante de contenidos y el espectador a un consumidor poco aventurero", sentencia.

Para Scorese estas empresas y agregadores son "dañiñas para los cineastas serios". "Incluso el nombre de Rotten Tomatoes (tomates podridos) es insultante", dice en alusión al hecho de que a los creadores se les tiran, de forma virtual, tomates podridos si la película es mala.

A su juicio, la buena crítica cinematográfica, "la escrita por personas apasionadas y comprometidas con el conocimiento real de la historia del cine", se ha ido poco a poco desvaneciendo y "cada vez más voces que participan en el juicio crítico, personas que parecen disfrutar viendo películas y cineastas rechazados, despedidos y en algunos casos destrozados".

DEFENSA DE MADRE! DE ARONOFSKY

Y para describir este fenómeno, Scrosese acude hasta la última y muy criticada película de Darren Aronofsky. "No es para nada distinto a la cada vez más desesperada y sanguinaria multitud que aparece en el tramo final de madre final de madre! de Darren Aronofsky", sentencia el director que ve en el tratamiento que el filme protagonizado por Jennifer Lawrence y Javier Bardem ha tenido por parte de páginas como Cinemascore un ejemplo claro de lo que está denunciando.

"Antes de ver madre!, me sentí muy perturbado por las duras críticas que estaba recibiendo. Muchas personas parecían querer definir la película, encajarla en una categoría Y muchos parecían contentos con que recibiera la calificación F (la más baja) en Cinemascore", recuerda Scorsese que además destaca que el filme de Aronofsky comparte esta "terrible distinción" con películas dirigidas por Robert Altman, Jane Campion, William Friedkin y Steven Soderbergh.

Y es que, argumenta Scorsese, lo que le dio malas críticas a madre! fue que se trata de una película "que no puede ser fácilmente definida o interpretada y no se puede reducir a una descripción de dos palabras" y eso es algo que la crítica de hoy en día no perdona. "Las buenas películas de cineastas serios no están hechas para ser decodificadas, consumidas o comprendidas al instante. Ni siquiera se les tiene que gustar al instante", concluye Scorsese que, tras repasar una serie de clásicos básicos que fueron rechazados en su estreno como Mago de Oz, Vértigo o A quemarropa, aboga por "un nuevo espíritu en la alfabetización cinematográfica".

Más noticias