MADRID, 31 Ago. (EDIZIONES) -
La muerte de Gene Wilder el pasado lunes ha conmocionado a Hollywood. Numerosos compañeros de reparto se despidieron del actor, director y guionista a través de las redes sociales. Una de ellas, Kelly LeBrock, nunca llegó a perder el contacto con Wilder tras protagonizar La mujer de rojo. Y hace cuatro años, en un vuelo a las Bermudas, volvieron a encontrarse.
"Llevaba mil años sin ver a Gene", declara la actriz a The Hollywood Reporter. "Pero allí estaba él en la última fila de primera clase. ¡Parecía tan frágil! Los dos empezamos a llorar. Agarré su mano y le dije lo mucho que le quería", asegura LeBrock. En los más de 30 años transcurridos después de protagonizar La mujer de rojo en 1984, en la que Wilder -que dirigió y protagonizó la cinta- perseguía a la provocativa modelo encarnada por LeBrock, ambos actores forjaron una amistad.
"Él era muy diferente detrás de las cámaras", señala la actriz. "Era un hombre divertido en pantalla, pero en la realidad, no era divertido. Era muy tranquilo y un poco tímido", apunta. "Era muy efusivo cuando contaba una historia, que es cuando le veías cobrar vida", asegura su compañera de reparto.
"Pero el Gene al que yo conocía y al que quería era tranquilo. Adoraba sus comidas y su vino. Amaba Europa. Le encantaba escribir. Era feliz en Connecticut en la casa en la que él y Gilda (Radner, su última mujer) vivían", explica la intérprete. "Pero era cortante con algunas cosas. Sobre su infancia, sobre perder a Gilda. Creo que le hubiera gustado tener hijos con ella. Lo intentaron de veras. Eso fue una fuente de tristeza", señala.
LeBrock habló por teléfono con Wilder hace un año, "y también nos enviábamos emails", apunta. Pero en ese vuelo a las Bermudas en 2012 la actriz pudo ver una última vez a su amigo y sostener su mano. "Lo creas o no, a ese avión le cayó un rayo. Vi el ala izquierda envuelta en fuego. Pensé que nos íbamos a estrellar", relata Le Brock.
ADIÓS A UNO DE LOS MAYORES TALENTOS
Wilder falleció este lunes a los 83 años de edad, según informó la familia del intérprete, a causa de las complicaciones provocadas por el Alzheimer que sufría desde hace tres años, según desvelaron en un comunicado.
Famoso por sus papeles en películas como El jovencito Frankestein y Willy Wonka y la fábrica de chocolate, Wilder alcanzó su mayor cota de popularidad en las décadas de los 70 y 80. El actor, coprotagonista de No me chilles que no te veo, falleció en su domicilio de la ciudad estadounidense de Stamford.
Wilder fue "uno de los mayores talentos de nuestro tiempo", según Mel Brooks, con quien trabajó en Los Productores. El actor, a pesar de sufrir Alzheimer, "nunca llegó a perder su personalidad", según su sobrino, Jordan Walker-Pearlman, quien estuvo presente durante el fallecimiento de su tío.
