'El país de las maravillas', contradicciones en el fin del mundo según Alice Rohrwacher

Alice Rohrwacher, directora de El país de las maravillas
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 27 febrero 2015 16:29

MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

La directora italiana Alice Rohrwacher firma la cinta 'El país de las maravillas' ('Le meraviglie'), un filme que se estrena este viernes en España y que llega avalada por el Festival de Cannes, donde el jurado le otorgó el Grand Prix por este trabajo, el segundo de su filmografía.

Su contribución en esta ocasión es narrar una historia de "contradicciones" en un mundo que roza su fin, según ha explicado la cineasta durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a España.

La cinta se centra en la relación entre un padre y su hija, Gelsomina, una "historia de amor equivocada pero verdadera entre un padre y su hija mayor, la princesa heredera". Ellos y quienes les rodean forman una "tribu familiar" que vive en una granja destartalada en la que se dedican a la producción artesanal de miel.

El progenitor es la única figura masculina de esta familia. Rohrwacher, quien lo describe como "un personaje un poco tosco y bruto", decidió aislarlo y rodearlo de figuras femeninas para comprender su "carácter". Convertido así en alguien más vulnerable, busca a un aliado que nunca consigue encontrar.

La directora de 'El país de las maravillas' presenta a varios niños en este filme, en quienes buscó una "calidad", y no tanto una forma. De hecho, la protagonista aparecía en el guion como alguien totalmente diferente, incluso de otra edad. Todas ellas son "niñas que están capacitadas para no juzgar su propio personaje", y que "no son ni héroes ni antihéroes".

"EL MUNDO SE ESTÁ TERMINANDO"

Rohrwacher se muestra cansada de escuchar la misma pregunta acerca de los aspectos que hay en su propia vida en el filme, una "fijación" que, sin embargo, se aleja de sus verdaderas motivaciones, que se reducen a "querer contar esta historia". "Todos piensan que hay mas elementos autobiográficos de los que en realidad hay, parece ser un adjetivo que reduce lo que es la verdadera motivación", ha dicho.

Su deseo es "contar al mundo que se está terminando" y, para ello, intenta destruir la narración, aunque lo hace "con mucha amabilidad". También, con una libertad --eso sí, muy "trabajada", según matiza-- característica del cine italiano y que muchos han comparado con la obra de Fellini. Ella no sabe si esa comparación es "adecuada" y de hecho admite sentir "cierto reparo". "A lo mejor se ofende", bromea.

Rohrwacher cree que "hay algo absurdo" que lleva a pensar que "las cosas más trabajadas parecen las más espontáneas". Este es uno de esos casos y el resultado es la apariencia de crear "un documental de una ficción".

La cineasta reivindica un sentido visual por encima del narrativo: "Cuando preparando una película todas las preguntas hablan sobre elementos narrativos y no sobre la dimensión visual. Sin embargo, esta película es una narración sobre imágenes. Hay cosas que tienen sentido por ser imágenes, y no si se ven desde el punto de vista narrativo", recalca.

Preguntada acerca de si esto supone una declaraciones de intenciones, la directora de 'El país de las maravillas' compara su trabajo con la labor de un funambulista: "Hace algo muy sencillo, caminar, pero a la vez ha de tener concentración máxima de todos los músculos del cuerpo, no se puede reír, si te caes te mueres".

En cuanto a la presencia de la mujer en el séptimo arte, Rohrwacher ve cierta incoherencia en la formulación de las preguntas. "Se empieza diciendo que se va a ver una película dirigida por una mujer. Si empezamos a preguntarnos y a hablar sobre lo que se opina del cine masculino, veremos lo absurdo que es toda esta situación", ha señalado y ha agregado: "El mundo es un mundo injusto y hay que luchar, hacer que cada límite se convierta en una fuerza".

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