Salma Hayek y Harvey Weinstein
CORDON PRESS/REUTERS
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2017 13:47

MADRID, 14 Dic. (EDIZIONES) -

"Harvey Weinstein era un cinéfilo apasionado, alguien que tomaba riesgos, un promotor del talento fílmico, un padre amoroso y un monstruo", así comienza la carta abierta que Salma Hayek ha publicado en el diario The New York Times en la que la actriz relata la traumática y tortuosa experiencia que vivió para sacar adelante la película Frida junto al conocido productor. De esta manera, Hayek se suma a las decenas de mujeres que han denunciado a Weinstein por acoso y abusos sexuales.

En el año 2002 llegó a los cines Frida, cinta en la que Hayek daba vida a la icónica pintora mexicana Frida Kahlo, su "heroína e inspiración". Un proyecto muy personal en el que la actriz estuvo involucrada desde la escritura del guión, y con el que fue nominada al Oscar a Mejor Actriz.

Sin embargo, tal como relata la protagonista, lo que comenzó siendo una gran oportunidad para "la estrella de telenovelas mexicanas" de "ser parte de Hollywood" de la mano de "el gran mago de la nueva ola de cine", terminó convirtiéndose en un auténtico infierno para Salma Hayek. El contrato establecía que la actriz sería la protagonista y la productora del filme, y que participaría en otras películas con Miramax, el sello de Weinstein.

"En mi ingenuidad pensé que se había cumplido mi sueño. Había validado los últimos catorce años de mi vida y había apostado por mí, la 'nadie'. Dijo que sí. No sabía que muy pronto yo tendría que decir que no", afirma Hayek.

A partir de ese momento, el productor comenzó a acosar sexualmente a Salma Hayek, quien se negaba a sus peticiones. "No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche en hotel tras hotel y locación tras locación donde se aparecía inesperadamente, incluido un sitio en el que estaba rodando una película en la que él ni siquiera estaba involucrado.

No a bañarme con él.

No a dejarlo que me viera bañarme.

No a dejarlo que me diera un masaje.

No a que un amigo suyo, desnudo, me diera un masaje.

No a dejarlo que me hiciera sexo oral.

No a desnudarme junto con otra mujer.

No, no, no, no, no...

Con cada rechazo surgía la ira maquiavélica de Harvey", relataba Hayek, que confiesa que el productor llegó a amenazarla de muerte. "En un ataque de ira, dijo las palabras más temibles: 'Te voy a matar, no creas que no puedo'", recuerda la actriz de Salvajes .

"Con lo que sé ahora, me pregunto si no fue solo mi amistad con el director Robert Rodriguez y la productora Elizabeth Avellan -así como con Quentin Tarantino y George Clooney- lo que me salvó de ser violada", añade Hayek.

PROYECTO FRUSTRADO

Ante las constantes negativas de Hayek, Weinstein llegó a ofrecerle el papel y el guión a otra actriz, por lo que la intérprete recurrió a la justicia. Para evitarse problemas, el cineasta, quien le dijo que como productora "era incompetente", accedió a continuar con el proyecto si cumplía una serie de condiciones como recaudar 10 millones de dólares en un tiempo récord para financiar el filme, contratar a un director de primer nivel o que actores conocidos interpretaran "cuatro de los roles más pequeños".

Hayek cumplió todas las exigencias del productor y la cinta finalmente estuvo dirigida por Julie Taymor y tuvo como protagonistas a Antonio Banderas, Edward Norton, Ashley Judd y Geoffrey Rush. A pesar de que Weinstein dejó de acosar a la actriz, le dijo que quería cancelar la película porque su papel "no tenía nada de atractivo sexual" y nadie "querría verla" de esa forma.

"Lo único que él notaba era que no me veía sexy en la película. Me hizo dudar si siquiera era buena actriz pero nunca logró hacerme pensar que la película no merecía grabarse", asegura la actriz, que finalmente consiguió terminar el filme después del ultimátum de Weinstein: tener una escena de sexo con otra mujer en la que hubiera "desnudez total vista desde enfrente".

EL PEOR MOMENTO DE SU CARRERA

"Me quedó claro que nunca me dejaría terminar la película sin cumplirle su fantasía, de algún modo u otro. No había cómo negociar. Tuve que decir que sí. Para ese momento le había dedicado muchos años de mi vida a hacer esta película. Ya era la quinta semana de grabación y había convencido a tanta gente talentosa de participar. ¿Cómo iba a dejar que su magnífico trabajo se fuera a la basura?", lamenta Hayek, que rompió a llorar y a vomitar en pleno rodaje ante la presión.

"No era porque iba a estar desnuda con otra mujer. Era porque iba a estar desnuda con otra mujer por Harvey Weinstein. Pero no podía decirles eso", confiesa la actriz, que cumplió las órdenes de Weinstein. Finalmente Hayek convenció al productor para que la cinta se proyectara en dos salas de Estados Unidos. "Tengo que admitir que a veces era amable, gracioso e ingenioso, y eso era parte del problema: nunca sabías a qué Harvey te ibas a enfrentar", afirma la protagonista de Bandidas.

EL SILENCIO DE HAYEK

Años más tarde, Hayek volvió a coincidir con Weinstein, quien le confesó que "era un hombre distinto" y que lo había "hecho bien con Frida". Estas palabras hicieron que la actriz le perdonara y tratara de pasar página. "Cuando lo veía en eventos sociales sonreía e intentaba recordar las cosas buenas de él, diciéndome a mí misma que había ido a la guerra y había ganado", confiesa la intérprete, que admite que no contó antes lo sucedido porque su historia "no era más que una gota en un océano de pesar y confusión".

Asimismo, Hayek defiende el empoderamiento de la mujer en la sociedad actual, y la necesidad de que las cineastas y actrices sean más reconocidas en el séptimo arte. "Hasta que haya igualdad en la industria, que los hombres y mujeres tengan la misma valía en todos los aspectos de la producción, nuestra comunidad seguirá siendo tierra fértil para los depredadores.

Estoy agradecida con todos los que están escuchando nuestras experiencias. Espero que al agregar mi voz al coro de quienes por fin pudieron hablar ayudaré a entender por qué fue tan difícil hacerlo y por qué tantas de nosotras esperamos tanto tiempo. Los hombres acosan sexualmente porque pueden. Y las mujeres estamos hablando porque, en esta nueva era, por fin podemos hacerlo", concluye Salma Hayek.

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