Terrence Malick aparece públicamente para hablar de cine y de su futuro

Terrence Malick
CORDON PRESS
Actualizado: jueves, 27 octubre 2016 17:54

MADRID, 27 Oct. (EDIZIONES) -

Terrence Malick es un 'outsider'. A la manera de escritores como J.D. Salinger o Thomas Pynchon, el director es casi una figura mística y desconocida. Muchas veces los propios periodistas no le reconocen en sus rodajes plagados de estrellas y en las fotos de estos sale al fondo, como si no fuera la cabeza pensante detrás de todo el proyecto.

Pero el pasado viernes por la noche, Malick dejó de ser Malick y dio una conferencia en el Princeton Garden Theater de Nueva Jersey, en una exposición pública tan rara y excepcional en él que forma asimismo parte de su rareza y excepcionalidad.

Malick, que habla, como dicen los allí presentes, con cierta tartamudez, muy suave y con tendencia por las anécdotas personales, ofreció una diatriba sobre dos grandes temas: el cine de Roberto Rossellini y sus pensamientos sobre el cine actual.

Del primero se proyectaba Te querré siempre, y tras ello se procedió a una ronda de preguntas y respuestas en las que, seleccionando mucho sus palabras, el director de El árbol de la vida respondió a los allí presentes con una humildad que pocos esperaban.

"Bueno, yo no sé nada de eso...", dijo cuando fue preguntado sobre su voluntad de aproximación a temas tan elevados como el tejido de la memoria, el carácter de la naturaleza y la relación del hombre con Dios. El realizador no había asistido al pase de la película por estar disfrutando de un paseo por el campus de una universidad cercana, tal y como informaron desde el estrado. Si no hay imágenes del evento no es porque se confiscaran los teléfonos móviles, sino porque los allí presentes conocen la aversión de Malick a las fotografías.

EL CINE DE AYER Y DE HOY

El director detrás de La delgada línea roja, sin embargo, se explayó más hablando del realizador italiano, comparando la simplicidad casi revolucionaria de este con las producciones de Godard, quien para hacer una cinta sólo necesitaba una mujer, un hombre y una maleta -precisamente los ingredientes de Te querré siempre-. O comentando que el sentido de la espontaneidad que capturaba Rossellini ha sido siempre una inspiración para su propia obra, incluyendo su famoso tempo al capturar los momentos de pura belleza natural en cualquier lugar.

Sin embargo, cuando habló de la situación del cine en esta era, el realizador, de 72 años y natural de Ottawa, expresó sentimientos profundamente contradictorios sobre el cine digital y la tecnología cada vez más accesible que viene con él. Por un lado, indicó un gran entusiasmo por la capacidad y la facilidad con la que las cámaras en alta definición están disponibles, democratizando que sea tan sencillo rodar como escribir.

Al mismo tiempo, sin embargo, fue inflexible sobre el poder único e insustituible de la gran pantalla para darse cuenta de la capacidad total de cine, algo que teme que pueda verse amenazado por las nuevas formas de consumo cinematográfico.

LIBERTAD PARA RODAR

Justo después, Terrence Malick habló acerca de la libertad que tiene en sus producciones, aunque afirma estar inclinándose de nuevo hacia el trabajo con secuencias mucho más planificadas (recientemente ha terminado el rodaje de un drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial que se titulará Radegund).

El realizador, empero, no considera esto una imposición sobre su labor, máxime para alguien que sólo realizó cuatro largometrajes en las primeras cuatro décadas de su trabajo y que sólo en la década de 2010 ha hecho más películas que entonces.

Terrence Mallick tiene dos películas pendientes de estreno: por un lado, el documental Voyage of Time, que cuenta con la narración de Brad Pitt y que narra toda la historia del Universo desde el principio de los tiempos; y Weightless, protagonizada por Ryan Gosling, Natalie Portman, Michael Fassbender, Cate Blanchett, Christian Bale y Rooney Mara, que narra la historia de dos triángulos amorosos en el marco del festival de música rock, indie y country de Austin.