LOS ANGELES, 27 Ene. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
La película del Hobbit no existe. Es un camelo, un "cuento chino" ideado por los medios para generar un flujo periódico de noticias que calmen el hambre de Lembas de los millones de fans de Tolkien. Solo así puede explicarse lo ocurrido: A pocos días de comenzar el rodaje, Peter Jackson ha tenido que ser operado de urgencia de una úlcera de estómago.
El director de la Trilogía del Anillo fue intervenido de urgencia en la noche del pasado miércoles en Wellington, Nueva Zelanda, su país natal donde se encontraba ya ultimando la fase de preproducción de la película.
Al parecer, Jackson ingresó en el hospital con un dolor agudo en el vientre y, tras su examen, los facultativos decidieron intervenirlo sin más dilación. "Sir Peter está descansando cómodamente y sus médicos esperan que se recupere completamente", afirma un comunicado colgado en la página web oficial de la película.
Y, aunque todos esperan que el postoperatorio se salde sin ningún tipo de complicaciones, parece bastante improbable que -ni con medicina élfica- Jackson pueda estar totalmente restablecido para el próximo 14 de febrero, Día de San Valentín, cuando estaba previsto que arrancara el rodaje.
MAL DE OJO EN LA TIERRA MEDIA
La inoportuna úlcera de Jackson es el enésimo contratiempo que se ha encontrado 'El Hobbit' en su arduo camino hacia la gran pantalla. Casi cinco años de penalidades ha sufrido uno de los proyectos más gafados de la historia reciente de Hollywood.
Desde él tremendo éxito de la trilogía de El Señor de los Anillos, la idea de llevar la precuela de Tolkien a la gran pantalla está encima de la mesa. Primero fueron unas disputas legales entre Peter Jackson y New Line Cinema las que dejaron el proyecto en punto muerto hasta que a finales de 2007 se anunció el fin de la guerra por los ganancias de la Trilogía del Anillo.
Se ponía en marcha el proyecto con Peter Jackson de nuevo a bordo, aunque en este caso no como director sino como guionista y productor ejecutivo. Tras varios semanas de rumores en enero de 2008 se confirmó a Guillermo del Toro como director y se anunció el calendario: en 2009 se comenzará a rodar y en navidades de 2010 se estrenaría la primera de las dos películas de 'El Hobbit'.
LA DESERCIÓN DE DEL TORO
Pero, tras varios retrasos en la elaboración del guión, la crisis económica llegó y paralizó totalmente la producción. Ante la imposibilidad de la MGM -golpeada duramente por la coyuntura económica- para asegurar la viabilidad del proyecto Guillermo del Toro desertó.
Jackson se quedó compuesto y sin director y, cuando la crisis amainó, no encontró a nadie de garantías para sentarse en la silla. Una silla que decidió volviera a llevar su nombre en la Tierra Media. Una alianza entre New Line, MGM y Warner Bros. permitió dar luz verde al proyecto. Pero fue entonces cuando comezaron los... imprevistos domésticos.
Primero fue un incendio en uno de los talleres de los decorados para la película, luego llegó el boicot de los sindicatos de actores de Nueva Zelanda y ahora, cuando todo parecía encarrilado, la úlcera de Sir Peter.
Una úlcera inoportuna, sí, pero que visto lo visto mucho le ha tardado en salir al director. Ni Sauron le hubiera hecho sufrir tanto al bueno de Jackson. Mejoría para él.
