Zinemaldia.- Un espía del CNI y un mediador con ETA se buscan en 'Mudar la piel': "Pensar en buenos y malos es infantil"

 'Mudar La Piel'
FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN
Publicado: viernes, 21 septiembre 2018 15:06

   SAN SEBASTIÁN, 21 Sep. (del enviado especial de Europa Press, Eduardo Blanco) -

   Los directores Ana Schulz y Cristóbal Fernández presentan en la 66 edición del Festival de San Sebastián su ópera prima 'Mudar la piel', la historia de un reencuentro entre Juan Gutiérrez, mediador en el conflicto vasco, y Roberto, un espía del CESID (hoy CNI) que acabó traicionándolo.

   "Habíamos revisado las películas sobre cómo trataron el tema del conflicto vasco y no estábamos de acuerdo en algunas cosas. No nos gusta eso de 'los buenos y los malos', es infantil y hay que trascender esto, y pensamos que esta historia personal tenía ese potencial político", ha explicado en una entrevista con Europa Press el realizador.

   De esta misma idea parte el propio Juan, protagonista del documental y que además es padre de Ana Schulz, quien ha reiterado la necesidad de recuperar "la conjura contra el olvido" que ya existe en otros lugares como Alemania. "Hay un olvido muy responsable, cuando en realidad hace falta que todo el mundo recuerde dónde estaba", ha señalado.

   Juan, quien tuvo bastante relevancia en cierta parte del conflicto vasco al ejercer de interlocutor entre ETA y el Ministerio del Interior encabezado entonces por Jaime Mayor Oreja, muestra a lo largo del documental una postura abierta al reencuentro de quien filtró a la prensa gran cantidad de sus documentos privados.

   Una vez se produjo esta filtración, Roberto desapareció de la vida de Juan tras varios años a su lado. Su destino iba a ser la cárcel, acusado de traición al Estado, y el documental parte del momento en el que va a recuperar su libertad. Pese a los intentos de Schulz y Fernández, Roberto no pondrá facilidades para volver a ver a su viejo amigo.

   "Roberto tenía muchas ganas de contar cosas, pero hay que recordar de lo que fue acusado", ha explicado Fernández, quien ha asegurado que durante el rodaje hubo "presiones". "Nos cancelaron el rodaje cuando teníamos todo cerrado porque presionaron tanto a Roberto que dijo que no podía ser. Además, había cosas raras, como que un señor estuviera tres horas tomando un café a nuestro lado cuando rodábamos en Chueca", ha apuntado Schulz.

LA IMAGEN DE ROBERTO

   La 'obsesión' de los realizadores por trabajar en los archivos de la época dio resultados, al conseguir una imagen del exespía en unos brutos de ETB, aunque sean un breve tiempo. "Aparece unos segundos y eso para nosotros fue oro líquido", ha apuntado la directora, quien también ha insistido con humor en la necesidad de 'rescatar' otras imágenes "misteriosamente" perdidas y en evitar "mostrar otras ya manidas y que no aportan nada".

   Por ejemplo, al encontrar también en un VHS con poca calidad imágenes de la reacción en la calle al asesinato de Santiago Brouard (exidrigente de HB), explican que lo pidieron a la televisión vasca en mejor calidad, pero la respuesta fue que no lo habían encontrado en sus archivos. "Eso te hace pensar en la fragilidad de las cosas", ha apuntado Fernández.

   Juan ha reivindicado su labor como mediador --llegó a reunir en Estados Unidos en un campus a todos los dirigentes vascos del momento y se plasmó en una foto que nunca vio la luz--, a pesar de que "en ocasiones no se tomaba en serio". Un documento encontrado en un zulo de ETA decía todo lo contrario: "Cuidado, que no son unos pardillos". "Lo que tenía claro es que había que devolver a la sociedad el protagonismo", ha concluido.