Un Fortuny inédito, coleccionista y atraído por el orientalismo llega a la retrospectiva del Museo del Prado

Pintura 'El camellero', de Mariano Fortuny
MUSEO DEL PRADO
Actualizado: viernes, 17 noviembre 2017 17:54

   MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El Museo del Prado inaugurará este martes 21 de noviembre la exposición 'Fortuny (1838-1874)', una retrospectiva del maestro español del siglo XIX que llega con obras inéditas y destacando tanto la faceta coleccionista del pintor como su atracción por el orientalismo.

   La muestra, que estará hasta el próximo 18 de marzo, reúne un total de 169 obras procedentes de grandes museos (únicamente falta la aportación de la National Gallery, tal y como ha explicado el comisario Javier Barón), 67 de ellas nunca expuestas fuera de sus museos de procedencia y otras doce inéditas. El propio Museo del Prado, que adquirió cuatro nuevas piezas durante la preparación de esta exposición, aporta un total de 30.

   "Lo que podrá apreciar el visitante será la dimensión poliédrica de Fortuny, ya que se ofrece un tratamiento diversificado a cada una de las disciplinas que trabajó", ha señalado Barón. Pintor, acueralista, dibujante o grabador, no obstante una de las novedades que aporta esta muestra es la faceta de Fortuny como coleccionista de antigüedades, muchas de ellas procedentes de su atelier que se conserva en el museo-casa de Venecia.

   El arte islámico ocupa gran parte de este espacio de colección, un arte al que el pintor prestó especial atención sobre todo a raíz de conocer en su estancia en Andalucía a varios anticuarios. Telas, biombos o grabados japoneses completan este espacio en el que Fortuny también fue adelantado a su época.

   "Es un coleccionismo bastante original, al principio se proveía de objetos para representarlos en cuadros, como muchos otros artistas, y el ejemplo pueden ser unas espingardas que adquirió y luego pintó. Pero luego comenzó a invertir dinero en objetos mobiliarios --un arcón, una máscara mortuoria-- o de procedencia oriental, como libros con miniaturas o alfombras", ha señalado Barón, quien ha definido el lugar de trabajo del artista como "una cámara de las maravillas".

   Ese gusto por lo oriental también le vino de su paso por el Norte de África a principios de 1860 y luego de nuevo en los primeros 70. "Desarrolló un imaginario árabe en el que se siente a gusto, con obras en las que se aprecia una desnudez de los espacios o la batalla entre la luz brillante y la oscuridad", ha señalado. Ejemplos de esta etapa serían 'La batalla de Wad-Ras' o 'La batalla de Tetuán'.

   Una de las piezas destacadas será la de 'La reina María Cristina pasando revista a las tropas', que colgará del techo tal y como fue concebido por el pintor --"al estar colgada hasta ahora en vertical, se producía una distorsión"--. Asimismo, una sala recogerá su acercamiento a los maestros antiguos con copias de obras de artistas como El Greco, Ribera o Velázquez.

LOS DESNUDOS PREVIOS A SOROLLA

   'Fortuny (1838-1874)' recoge también cuatro cuadros de desnudos infantiles en los que el maestro catalán pudo servir de inspiración para otros artistas como Regoyos o Sorolla. "Lo que es seguro es que Sorolla conocía al menos dos de esos cuadros y es innegable que el pintor valenciano admiró a Fortuny en su etapa de formación", ha añadido Barón.

   La preparación de esta exposición, además de contar con parte de archivo fotográfico inédito del Museo Fortuny en Venecia, ha dado lugar a dos publicaciones complementarias relativo al epistolario de Fortuny y a la biografía de Cecilia de Madrazo.