Por su parte, el último propietario alega que residen en el edificio "con todo su derecho"
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Este martes termina el plazo que el Ministerio de Educación y Cultura ha dado al último propietario de la Real Fábrica de Tapices, Livinio Stuyck, para que abandone su vivienda en las últimas dos plantas del edificio y en las que lleva residiendo en los últimos 20 años sin contrato y sin pagar alquiler.
Fuentes del Ministerio han explicado a Europa Press que este martes vence el plazo que se ha dado a Livinio Stuyck para que entregue las llaves y abandone la residencia ubicada en las últimas plantas de este inmueble, de titularidad estatal y declarado como Bien de Interés Cultural.
La Real Fábrica de Tapices fue rescatada por las administraciones cuando estaba al borde de la quiebra en 1996, con una deuda de 236 millones de las antiguas pesetas. En el rescate e inscripción de la nueva fundación no aparece evidencias de que el antiguo propietario pueda residir en el inmueble, según precisaron las mismas fuentes.
Por su parte, la familia Stuyck sostiene que tienen contrato "lícito, vigente y reconocido" y que residen en la sede de la Real Fábrica de Tapices "con todo su derecho".
La familia Stuyck alega que ya que "entre la familia y los distintos titulares del edificio, ha existido y existe una relación contractual desde tiempos inmemoriales (sucesivos contratos de arrendamiento siendo el primero de los suscritos de fecha 23 de marzo de 1889), que le facultan a ocupar las dependencias de la denominada Real Fábrica de Tapices en concepto de vivienda".
El último contrato tiene fecha de 1952, el cual sigue vigente al día de hoy, sin que haya sido declarado resuelto por ninguna de las partes.
En este sentido, Stuyck alega que el uso de parte de las dependencias del edificio como vivienda particular hasta la fecha siempre ha estado "en pleno conocimiento" de los distintos interesados (Ayuntamiento, Patrimonio del Estado), así como el actual titular, el Ministerio de Educación Cultura y Deporte.
