MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El escritor Jesús Pérez indaga en su novela 'Las brigadas prosublime' (Sloper) acerca de "la naturaleza del terrorismo" a través de una distopía del siglo XXX con una ciudad dividida entre un terrible gobernador y una facción violenta de rebeldes.
En una entrevista con Europa Press, Pérez, jurista de profesión reconoce haber tenido muy en cuenta algunos sucesos actuales para dar forma a su trabajo, como el caso del noruego Anders Breivik.
"Puedo decir que siempre me interesó la naturaleza de la violencia, sobre todo del terrorismo. De hecho, hay un texto en el que teorizo sobre algunas cosas que están en las Brigadas relativo al 'caso Breivik' como paradigma de la nueva violencia política en Europa", ha apuntado.
Un cuentista decide volver por un tiempo a la ciudad de su infancia y el escenario que se encuentra es completamente distinto a sus recuerdos. Un dictador, Calígula, ha impuesto un gobierno del terror que se enfrentará a las brigadas prosublimes, un grupo de rebeldes que pretenden llevar hasta las últimas consecuencias la máxima de Baudalaire de que "hay que ser sublime sin interrupción".
"A mí me interesaba tomar la palabra a Baudelaire y me planteé cómo podría ser una organización que pusiera en práctica lo que él decía. Unos jueces y verdugos de lo banal. Algo que, de hecho, también me aplacase como individuo abrasado por ideas estúpidas de cómo debería ser reconocido como escritor", ha explicado.
Para el autor, la idea de ser 'sublime sin interrupción' es algo que existe todavía, cientos de años después de la afirmación del escritor francés, y es algo que aplaude "a escala individual". "Pero lo temible es cualquier proceso colectivo que hable en términos de sublimidad. De esos hay muchos y hay que ir contra ellos, sin excusas", ha matizado.
UN CALÍGULA ESPAÑOL
Frente a esta idea de radicales, el autor usa a Calígula de contrapunto en la historia. Preguntado sobre quién sería su trasunto en España fuera del papel, Pérez ha recordado que su personaje "poco tendría que ver con un gobernador que viviera en la España actual".
"Creo que el Calígula español debería ser algo más chusco que el de la novela o el de Albert Camus. Sería bastante cutre, pero poderoso; objeto de muchas burlas, pero se le votaría elección tras elección, como si en el último minuto hiciera un truco con sus mismas manos sucias y dijera algo mágico con su misma boca fea", ha indicado.
Esta novela, con marcados guiños al mundo kafkiano, sirve también de reflexión sobre la fuerza de las ideologías, las cuales son "ideales para manifestar en los periodos de crisis".
"Intentos de reordenación de la sociedad y las fronteras tan potentes como el del Estado Islámico o cambios de paradigmas políticos como las acampadas en plazas, de las más festivamente irrelevantes a las que tumban una idea de Europa, como el Euromaidán ucraniano, son algunos ejemplos de que volvemos a los mismos temas, aunque ya no podemos plantearlos igual", ha señalado.
MÉXICO COMO NOVELA
Pérez investiga a día de hoy temas sobre el crimen organizado en México, aunque no tiene claro todavía si le servirá para su próxima novela, ya que sus escritos sobre lo que ocurre en este país se dan en géneros "relacionados de manera distinta con la verdad", como el análisis periodístico o el ensayo.
"Si me plantease una novela sobre México tendría que partir de un marco que destrozara todos los malentendidos sobre el país, porque la mayoría de lo que se escribe sobre la violencia y la relación entre crimen organizado y estado no me satisface, es muy fantasioso", ha concluido.
