Julio Llamazares rastrea sus orígenes en el relato coral Distintas formas de mirar el agua

El escritor Julio Llamazares
ALFAGUARA
Actualizado: jueves, 12 febrero 2015 19:06

MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

Julio Llamazares ha decidido dar respuesta en el libro 'Distintas formas de mirar el agua' (Alfaguara) a una misma cuestión que periodistas, lectores y curiosos le han planteado durante los últimos años: la influencia que ha tenido en su vida haber nacido en Vegamián (León), un lugar desaparecido, sumergido bajo las aguas de lo que hoy es un embalse, y del que aún quedan sedimentos en la mente de este escritor.

En esta historia, 16 personas se encuentran en torno a las cenizas del abuelo fallecido, que van a reposar para siempre bajo el agua de un embalse. Todos ellos reconstruyen allí su historia familiar a la vez que las suyas propias, un ejercicio en el que el agua les sirve como propio espejo.

Según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press, al contrario que el resto de sus novelas, este relato surgió y se impuso, como si fuera un "dictado". Una vez explotó el "volcán" comenzaron a brotar los recuerdos y los testimonios de los vecinos de aquel lugar desaparecido.

"La novela tiene mucha relación con el teatro: los personajes miran alrededor y ven a su familia al borde del pantano, parece una tragedia griega, donde cada uno tiene puesta una máscara", señala Llamazares, aunque advierte: "No hay que engañarse: todos los personajes son máscaras del escritor".

El autor de 'Distintas formas de mirar el agua' se interesa en esta obra en "la diferencia de puntos de vista", en la "relatividad de las miradas" y en cómo ante un acontecimiento cada uno proyecta su "carácter y personalidad", cómo el agua sirve de "espejo" a los sentimientos de cada personaje y cada uno cuenta la historia de una diferente manera.

Aunque esta novela no posee demasiada carga biográfica, puesto que, según ha señalado el escritor, nació "por casualidad" en Vedamián, aquí aparecen muchos detalles verídicos que el autor pudo conocer, tales como el hecho de que en el momento de abandonar la vivienda, a pesar de que los vecinos eran conscientes de que nunca más iban a regresar, puesto que el valle iba a ser inundado, cerraban con llaves sus casas.

"Hay aquí un simbolismo muy profundo, de la misma manera que cuando los judíos fueron expulsados de Castilla y Aragón se llevaron consigo las llaves de sus casas", ha indicado, a lo que añade el "desarraigo" que produjo un "acontecimiento tan traumático" como es la desaparición de un pueblo entero.

PAISAJE: "PERSONAJE FUNDAMENTAL"

Llamazares afirma que el paisaje en sus relatos es algo más que un mero decorado, e incluso en ocasiones se convierte en un "personaje fundamental". "No es un decorado donde se desarrolla la comedia de la vida, el paisaje es el espejo en el que nos reflejamos y proyectamos continuamente y eso influye en nuestra personalidad", sostiene.

Preguntado por la influencia del ritmo poético en su narrativa, el autor precisa que lo que se conoce como poesía es la literatura. "Es ese misterio que hace que las palabras tengan música, y eso va más allá de la escritura, por eso el 95% de lo que se publica en España no es literatura, sino simple escritura", opina.

Para Llamazares, un escritor es alguien que "escribe aunque no vaya a publicar, alguien que se relaciona con el mundo a través de las palabras, y hace que esas palabras se conviertan en música yen hechizo". "Empecé escribiendo sin saber si publicaría y seguiría escribiendo aunque no publicara. Es lo que más me apasiona, no entendería la vida sin escribir", concluye.

Leer más acerca de: