Más de 165.000 libros sin derechos de autor de la Complutense han sido digitalizados, la mayor colección de España

Universidad Complutense de Madrid
EUROPA PRESS

   MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

   La Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha digitalizado desde 1995 más de 165.000 libros sin derechos de autor, lo que convierte a la colección en la mayor de España de este tipo.

   Según ha informado la UCM a través de un comunicado, el objetivo de esta iniciativa es "garantizar el acceso público y preservar a largo plazo el conocimiento generado por esta universidad a través de su patrimonio bibliográfico".

   En la actualidad se han digitalizado más de 165.000 libros: 145.000 de fondo antiguo y 20.000 tesis doctorales. A esta se unen otras colecciones digitales como la de revistas académicas publicadas por la UCM -con más de 45.000 artículos-; la de Prensa Digital de la Facultad de Ciencias de la Información, con 500.000 periódicos escaneados; o parte del archivo fotográfico del Partido Comunista de España.

   Entre los más de 165.000 libros digitalizados, una Biblia editada por Bagster en 1825, un diccionario español-inglés de 1786 y un atlas de anatomía descriptiva del cuerpo humano de Bonamy son las obras más consultadas.

   "Hoy, no sólo se ha digitalizado el 76,14 por ciento de los libros anteriores a 1870, sino que sus condiciones de conservación han mejorado sustancialmente", explican.

   Muchos de estos documentos fueron digitalizados en colaboración con Google Libros. Las cinco primeras bibliotecas en este proyecto fueron la Biblioteca Pública de Nueva York y las de las universidades de Harvard, Michigan, Oxford y Stanford. En 2006 se sumaron California University y la Universidad Complutense de Madrid, primer socio no anglosajón del proyecto.

   El proyecto de digitalización masiva con Google supuso para la Universidad Complutense la creación de una base de datos donde se recogió junto a la versión digital del libro documentación relativa al estado de preservación de cada ejemplar.

   "Esto permitió disponer de una importante información de los ejemplares valiosos y de aquellos que necesitaban actuaciones urgentes para evitar su deterioro", señalan.

   En este sentido, las páginas de cientos de libros, "que nunca habían sido abiertos", lo fueron para permitir su digitalización y se realizaron múltiples restauraciones en ellos. Pero destacan que la labor más destacable fue la inclusión en el catálogo automatizado de la biblioteca de una parte "importantísima" del fondo antiguo que aún estaba por introducir: 220.000 ejemplares hasta el siglo XIX.

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