Rafael Reig retrata en 'Un árbol caído' "el timo de la estampita" de la Transición

Rafael Reig, autor de 'Un árbol caído'
TUSQUETS

MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

Rafael Reig ha retomado su particular visión de la Transición española en la novela 'Un árbol caído' (Tusquets), en la que a través de un grupo de jóvenes matrimonios a finales de los 70 muestra un periodo "con el que nadie se puede sentir engañado y, si lo hace, debe de reconocer que fue como el timo de la estampita".

Reig ha explicado en una entrevista con Europa Press que no se "cree" a las personas que aseguran sentirse "de repente estafados" con la Transición. "¿Pero quién se lo cree? Si decimos que nos han engañado lo acepto, pero siempre que sea el timo de la estampita, porque también se iba a engañar", ha señalado.

Con este "invento tan español" de ir a engañar y terminar engañado engancha el autor el argumento de su novela, que muestra a unas familias burguesas que juegan con la militancia clandestina, pero en realidad tienen un deseo: terminar sus vidas acomodadas, con cierto éxito, repitiendo el modelo de sus padres.

"Esta generación tenía unos ideales en los que no creían, era una mentira, porque han terminado haciendo lo mismo que sus abuelos", ha señalado Reig, quien no ha dudado en poner ejemplos en los políticos. "¿Pero alguien de verdad creía que Miguel Boyer iba a hacer una revolución comunista? ¿O el propio Felipe González?", ha ironizado.

A lo largo de las páginas de 'Un árbol caído' desfilan personajes como Alejandro Urrutia, quien terminará en la cárcel tras su paso por la política al lado de importantes nombres de la Transición, o Carlota Casares, quien pasará de una ideología de izquierda radical a ser una fotógrafa de éxito atrapada en un matrimonio de conveniencia.

El nexo de todos ellos más de treinta años después será Johnny, uno de los hijos de esos matrimonios amigos que indagará en la muerte de su amigo Javito, hijo de los Urrutia y fallecido por un asunto de drogas. Tanto la historia de Javito como la de Lourdes, con Síndrome de Down, servirán a Reig para mostrar el lado opuesto de la vida.

"La experiencia real es dura, pero hay que perder el miedo, como estos personajes. En el caso de nuestra generación, creo que tuvo tanto miedo que terminó renunciando a esa experiencia real: se pasó de la lucha clandestina a celebrar los cumpleaños del Rey. Me gustaría movilizar lo que antes teníamos de corazón insurrecto", ha indicado.

El ajedrez también juega un papel importante en esta novela, puesto que una partida sirve para reflejar los errores de las personas en sociedad. "Una partida mala de ajedrez --como la de 'Un árbol caído-- nos enseña mucho de la vida: es como cuando estás en el sitio que no debes y tienes que moverte", ha aseverado.

PODEMOS, "POPULISTA Y DEMAGÓGICO"

Reig no ha mostrado mejores augurios para la actual generación, que ha vuelto a caer "en la trampa de la burguesía". "Tenía bastantes esperanzas en el 15-M y en la movilización, pero últimamente veo más lo contrario, que es la desmovilización que ya intentó Felipe González", ha señalado.

En cualquier caso, este articulista político no cree que Podemos, que ha acaparado esa "ilusión de un tamaño muy reducido", sea la solución. "No creo en ellos, es un movimiento populista y demagógico en manos de profesores de universidad, que es la peor de la castas", ha asegurado.

"EL GRAN MOMENTO DE RAFAEL REIG"

Reig también utiliza esta revisión del pasado para radiografiar la salud de la novela, que arrastra desde esa década los mismos errores que sus coetáneos: el miedo a la "experiencia real". "Las novelas ya no son de verdad, se están convirtiendo en una forma de entretenimiento bastante aburrida y empieza a tener solo esa etiqueta de 'pop', al igual que la música", ha criticado.

En su caso, ha confesado sentirse "un novelista de cierta edad que ha limitado mucho su ingenio" en comparación con sus primeras obras, lo que no significa que sea peor. "Por primera vez me siento muy capaz de escribir lo que me dé la gana, ha sido un aprendizaje de muchos años", ha señalado.

"Siempre he protestado con la poca ambición que teníamos los novelistas de nuestra edad: pues yo creo que hay que sentarse en la máquina para escribir mínimo 'Guerra y Paz', aunque luego no te salga. Yo estoy ahora en un muy buen momento, en el gran momento de Rafael Reig", ha concluido en un guiño a su admirada novela 'El gran momento de Mary Tribune'.

Leer más acerca de: