Rompiendo tópicos sobre Unamuno

Actualizado: jueves, 12 noviembre 2009 17:00

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

"Yo, a veces, no puedo romper la leyenda que han tejido alrededor de mí. Estoy encapullado, indefenso en ella; y mis historias contarán mi vida como el mundo la ha visto, no como la he vivido". Estas frases de Miguel de Unamuno abren la biografía que ha escrito el matrimonio formado por Collette y Jean Claude Rabaté. Es la primera biografía completa que se publica de Unamuno en 45 años y sus autores han pretendido recrear la vida del autor vasco a través de sus cartas, citas, artículos y libros.

Así el libro, editado por Taurus y compuesto por más de 800 páginas, traza el recorrido vital del autor desde sus orígenes y su entorno familiar hasta su muerte, adornado por cientos de citas para que "Unamuno viva a través de sus palabras y el lector saque sus propias conclusiones", explicó en una entrevista con Europa Press Jean Claude Rabaté, autor de numerosos estudios sobre Miguel Unamuno.

"Unamuno es un ser encerrado en su leyenda y un ser lleno de paradojas, porque para él, las paradojas formaban parte de la vida", resaltó Rabaté, quien ha pretendido mostrar al lector "la verdad" sobre el catedrático bilbaíno, quien afirmaba que su descanso era "pelear".

Ese "acercamiento" a la verdad lo ha conseguido a través de su correspondencia. Existen casi 25.000 cartas destinadas a Miguel de Unamuno y se sabe que el literato solía contestar a todas. Collette y Jean Claude Rabaté han leído más de un millar de misivas, algunas de ellas inéditas y recuperadas gracias al nieto del autor, que lleva el mismo nombre, Miguel Unamuno.

También se han recuperado las cartas del destierro y algunas cartas que intentaron venderse en subasta hace unos años y que tras la intervención del Ministerio de Cultura fueron devueltas a la Universidad de Salamanca. También es novedad la recuperación de sus 'Cuadernos de juventud', donde se aprecia la "riqueza de su vida interior" desde joven.

ROMPER TÓPICOS

Tras la lectura de su correspondencia, libros y artículos ambos autores subrayan que la biografía pretende "romper tópicos" y desterrar la imagen de un Unamuno triste, sólo y reflexivo porque era un hombre "que no paraba de recibir amigos hasta en el exilio". También subrayan su pasión por los viajes y su manera de contar la "intrahistoria" del pueblo español.

En este sentido, Colette Rabaté apuntó que aunque en apariencia era un hombre "frío", "jugaba" con esta imagen para ocultar su carácter familiar y su lealtad a los amigos.

Entre las cartas también se han descubierto las de su fiel amiga Delfina Molina, cuyo amor por Unamuno no fue correspondido ya que "Miguel estaba profundamente enamorado de su esposa Concha", apunta Colette, quien recordó que el autor le escribía a su mujer, cuando eran novios, una carta cada día, y el noviazgo duró doce años.

Igualmente, ambos subrayan que Unamuno era un "hombre de acción" a pesar de que durante la dictadura de Franco "se exaltó su imagen contemplativa". "Fue un hombre que buscó la polémica, desde la cuna hasta la sepultura".

CONTRA LAS GUERRAS COLONIALES

Respecto a su faceta política, Jean Claude Rabaté aseguró que desde antes que nadie denunció las guerra coloniales y reclamó la independencia de Cuba y subrayó que era un hombre "pacifista".

Sobre la Guerra Civil, este hispanista indicó que primero Unamuno entendió el enfrentamiento como una "guerra de ideas", después "defraudado por la República como muchos intelectuales" mostró "cierta atención por Franco porque podía garantizar un mínimo de orden, pero odiaba al general Mola". "Pero tenía amigos nacionalistas y republicanos y era un gran antimilitarista", agregó.

En cuanto a sus ideas sobre la religión, explicaron que Unamuno fue un intelectual empeñado en "descatolizar a España para cristianizarla", es decir quería eliminar las ceremonias oficiales de la Iglesia y volver a un "cristianismo auténtico y sentimental" y Jean Claude recordó que Unamuno "conocía la Biblia mejor que nadie".

Así, la batalla de Unamuno "contra esto y aquello", como se titularía uno de sus libros, guió toda su vida, incluso en el campo de la enseñanza, ya que consideraba a sus compañeros catedráticos "caballos de noria" que siempre repiten las mismas cosas.