MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
"No quiero que la gente juzgue mi música por la manera en que me peino", ha manifestado la artista irlandesa Imelda May, que visita España esta semana para subir al escenario su versión actual del rockabilly en tres conciertos: dos en Madrid (con entradas agotadas) y otro en Bilbao, en el marco del festival BIME Live.
La artista actuará este miércoles en la sala Joy Eslava y el jueves estará en la Sala But, dos conciertos consecutivos en la capital que la cantante celebra, según ha indicado durante una entrevista ofrecida a Europa Press, puesto que le encantan los españoles: "Es gente tan loca como los irlandeses".
Imelda May llega a España para presentar en directo el disco 'Tribal', el cuarto de su carrera discográfica, que fue publicado hace unos meses, y con el que pretendía "ir más allá" y "no mirar atrás", según ha destacado.
Cuenta la irlandesa que en este trabajo quería mostrar su "rock and roll" y sus "raíces punk", "conseguir lo mejor del estudio pero también del directo" y "capturar la emoción y el peligro que tiene el rockabilly, captar el sentimiento del lado más loco y salvaje".
Durante este proceso, la artista fue madre por primera vez, una experiencia importante que, sin embargo, no ha cambiado para nada su música. Tal y como ha indicado, ser madre ha cambiado su "estilo de vida", puesto que ahora no tiene "demasiado tiempo". Su hijo es ahora el "centro de todo" y eso conlleva no tener "tanto tiempo".
Aunque confiesa estar "loca" por su bebé, a quien escribe y canta nanas, asegura que no quería componer un disco con canciones infantiles porque, según recalca, "la maternidad cambia las prioridades" ("es mi número uno", asegura), pero "no lo modifica todo".
Preguntada por su música, Imelda May defiende que no intenta copiar los sonidos del pasado, sino solo sacar "lo mejor" de otros tiempos, lo que no significa que haga "música antigua". "Miro atrás para sacar lo mejor. No quiero que la gente juzgue mi música por la manera en que me peino, porque mi música no es así", ha precisado la artista, quien confiesa sentir devoción por músicos como Gene Vincent, Tony Bennett o The Cramps.
24 AÑOS EN LA MÚSICA
Imelda May comenzó su carrera cuando solo tenía 16 años y desde entonces ya han pasado 24 años. Nunca aprendió música de manera oficial, en una escuela, y desde que arrancó su trayectoria siempre ha querido "aprender y mejorar" porque "nunca" se cansa y siempre buscando nuevos límites a su voz, según explica.
Poco a poco, la veterana artista tuvo más responsabilidades, como el hecho de tener una banda y tener que pensar en un salario, algo de lo que ahora no tiene que preocuparse tanto, puesto que la fama que la rodea le ha surtido de un gran número de personas a su alrededor, tal y como ha indicado.
Le encanta el negocio y lo que rodea a este mundo, pero afirma que lo que realmente la divierte es la música y eso ha de ser el único objetivo para cualquier artista: "Tienes que asegurarte de que la música es tu pasión, y no la fama, porque te convertirías en alguien inseguro. Lo primero es encontrar tu pasión, lo demás llega después".
