MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Centro Dramático Nacional (CDN) estrena el próximo 14 de enero en el Teatro Valle Inclán 'El Baile' de Irène Némirovsky, el último "experimento" de Sergi Belbel que aúna danza y palabra. Así calificó el director de escena, dramaturgo y responsable del Teatro Nacional de Catañuña (TNC) este montaje que cuenta con un elenco encabezado por la actriz Anna Lizaran y la coreógrafa y bailarina Sol Picó.
"Tenía la necesidad de buscar otros caminos, más centrados en los últimos tiempos en el teatro clásico", confesó Belbel, responsable además de la adaptación de esta novela de la autora rusa fallecida en el campo de concentración de Auschwitz en 1942.
La génesis de este proyecto se remonta tres años atrás, cuando Lizaran le regaló a Belbel 'El Baile' con el único fin de que disfrutara con su lectura. Poco después, en un encuentro con Sol Picó, quien le expresó su deseo de "ir más allá" del trabajo coreográfico, el director del TNC vio claro que 'El Baile' era la ocasión perfecta para juntar a las dos artistas.
La obra narra la "lucha" que se establece entre una madre y su hija adolescente de 14 años, que vive oprimida y asfixiada por aquella, una mujer exuberante que acaba de pasar de la pobreza a la opulencia tras un golpe de suerte. En la obra se establece un duelo o "combate" (como así ha diseñado Belbel la función) entre estos dos personajes que aparentemente son antagónicos pero que acaban revelándose como dos caras de una misma moneda.
Belbel recordó que Némirovsky utiliza en esta obra "la técnica del monólogo interior libre para penetrar en la psicología de su personaje desde el propio narrador, sin que el lector se dé cuenta". Así, "explora la psicología de una adolescente y pensé que esto podía mostrarse a través de la danza y el movimiento, una danza que está dramatizada y refleja la pulsión de la niña", explicó.
El director de escena mostró su predilección por esa clase de historias "que parten de cosas pequeñas pero acaban provocando terremotos". "Esto explica el rechazo de la madre a la hija y supone la muestra de una serie de personajes arrastrados en nuestra civilización", declaró.
UNA TERCERA ACTRIZ
Junto a Lizaran y Picó, Belbel añadió una tercera actriz, Francesca Piñón, que interpreta al padre, a la institutriz y a la prima, otros personajes esenciales de la obra junto al río Sena, que tiene un papel fundamental en la función. El agua (que remite a la sexualidad) es un elemento esencial también en la escenografía de este montaje, "un espacio simbólico más que realista en el que se emplean elementos de forma metafórica", señaló Belbel.
Por su parte, Sol Picó reconoció que esta producción del CDN y el TNC ha sido "un reto" para ella. "Tenía que enfrentarme a una niña de 14 años, algo que no soy, y meterme en su piel buscando la gestualidad tanto de su timidez como de su lado perverso".
La coreógrafa y bailarina confesó que este proceso ha sido "interesante y muy complicado" a la vez. "Entrar en el mundo de los actores, en los ensayos y las lecturas ha sido fascinante aunque conjugar los dos mundos, danza y palabra, resulta a veces conflictivo", reconoció. Para Anna Lizaran éste es un espectáculo "que nunca dimos por terminado, ni siquiera ahora, porque las cosas están vivas", recordó.
HISTORA "ÍNTIMA"
Belbel elogió la trayectoria vital Irène Némirovsky, que volcó en 'El baile', "una historia íntima", ciertos aspectos autobiográficos. "Ella se sintió rechazada por su madre y esta obra es una pequeña venganza. Sin embargo, la autora fue una mujer cultivada y sensible que se abrió un pequeño camino en la sociedad cultural parisina de entre guerras y llegó a publicar varias novelas con éxito de crítica. Cuando se hallaba en su momento de plenitud entraron los nazis en París y la internaron en un campo de concentración", relató.
La escritora rusa dejó un cajón lleno de escritos y desde 2004 se han estado publicando materiales inéditos. "Su escritura recuerda a los autores austriacos que integran el psicoanálisis dentro de su relato literario", apostilló.
