Fermín Bocos aborda la "desaparición del miedo al infierno y al diablo" en 'Viaje a las puertas del infierno'

Fermín Bocos 'Viaje a las puertas del infierno'
COLECCIÓN ARIEL
Actualizado: sábado, 5 septiembre 2015 9:29


MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El periodista y escritor cántabro Fermín Bocos publica este martes su última novela, 'Viaje a las puertas del infierno. Las entradas ocultas del Hades' (Colección Ariel), un libro "complejo a la hora de definir" porque aúna viajes a lugares antiguos donde se creía que estaban las puertas del infierno con una reflexión que bordea el ensayo sobre la desaparición del miedo al infierno y al diablo.

Así lo ha explicado el autor, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha apuntado que "en el mundo occidental de repente ha desaparecido algo que durante veinte siglos estuvo gravitando durante las conciencias de la gente": el temor a ir al infierno.

Sin embargo, Bocos cree que "basta con abrir un periódico o ver la televisión para comprender que el mal no sólo existe, sino que se extiende". "El jefe de Recursos Humanos del infierno y del mal es el diablo", ha afirmado.

A su juicio, la pérdida de ese temor se debe a que "los planes de estudio han confinado la Historia Sagrada y la de las religiones a opciones de padres y alumnos" y a que "se ha ido prescindiendo del legado histórico", entrado en una "zona de niebla" en relación con la memoria del mundo".

Esta reflexión marca el 'Viaje a las puertas del infierno' de Fermín Bocos, a través de 17 capítulos, "unidos simplemente por la idea del viaje" a numerosos lugares, algunos más cercanos como El Monastrio de El Escorial en Madrid y otros remotos que se ubican en Japón, China, India, Israel o Babilonia en plena Guerra de Irak, a donde el escritor viajó en una "irrupción periodística" durante los primeros tiempos de la invasión de Estados Unidos.

Precisamente el capítulo que transcurre en Babilonia es el más antiguo de todos, ya que los demás corresponden a viajes recientes. "Ha sido un proceso de acumulación durante 4 ó 5 años. Un viaje y vuelta. Previa documentación, bien vivirlo, bien contarlo y, al final, sale el libro", ha manifestado.

Según ha relatado el escritor, una de las anécdotas que se recogen en el libro sucedió en Sicilia (Italia), a donde viajó en dos ocasiones. Justo al subir al altar de Ceres, estaba "lloviendo a mares" y sonó su teléfono. "No se me ocurrió otra cosa que cogerlo", ha indicado Bocos, para después de revelar que un rayo le "pegó un zurriagazo" que le mantuvo dos o tres meses sin sensibilidad en tres dedos de una mano.

A través de sus viajes, plasmados ahora en este libro, Bocos cuenta que Turín es la ciudad del diablo, que en Roma hay una iglesia en la que "hay vestigios de personas que han vuelto de purgatorio para dar fe de que existe", que existe un templo dedicado al diablo en pleno centro de Tokio o un mercado del diablo las noches de los sábados en la ciudad china de Xian, donde también se encuentran los famosos Guerreros de Terracota.

Asimismo, el escritor cántabro ha detallado que en su novela también hay un recorrido por los oráculos y ha agregado que, de hecho, el libro estuvo a punto de titularse 'Cuando los Dioses hablaban con los hombres'.

LOS LIBROS, DE QUIEN LOS RECIBE

Preguntado sobre el tipo de lector al que se dirige esta novela, Bocos ha respondido que "los libros no son de quien los escribe, sino de quien los recibe".

En este sentido, ha indicado que así como sus libros anteriores son novelas de ficción e históricos con un público "muy concreto", este es un libro "transversal" porque puede interesar a los aficionados al mundo antiguo, a personas a las que les gusta viajar y conocer lugares, así como a quienes puedan sentir "una pulsión que es común a todos los seres humanos", que es la espiritual.

"La melancolia de los seres humanos procede del silencio de Dios". Con esta frase arranca el libro Fermín Bocos, quien cree que "el silencio de Dios, en una época en la que hay tanto mal a la vista, realmente a mucha gente le preocupa". "Es una forma poética de preguntarnos qué hacemos para intentar vencer el mal. A veces la fe es la esperanza que nos lleva a pensar que el mal no prevalecerá", ha concluido.