LA BOHÈME, DE GIACOMO PUCCINI, EN EL TEATRO REAL
TEATRO REAL
Actualizado: martes, 12 diciembre 2017 0:06

MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los protagonistas de la comedia romántica 'Hechizo de Luna', dirigida por Norman Jewison en 1987, y encarnados por Cher y Nicolás Cage, se encuentran frente al Metropolitan Opera House de Nueva York para ver 'La Bohème', de Puccini, y la música del maestro italiano impregna de emoción una cinta con la que actriz norteamericana obtuvo el Oscar a la mejor interpretación femenina.

Es esa capacidad de remover de forma irracional los sentimientos del oyente la que dicen que ha convertido a esta ópera en una de las piezas mas populares del repertorio y, además, en preludio de bandas sonoras. Sólo el Teatro Real, donde se estrenó en 1900, ha ofrecido 60 representaciones desde su reapertura. Quien más y quien menos tiene su versión preferida y sus cantantes idóneos para recrearla.

Quizá por eso, el montaje estrenado esta noche por el coliseo madrileño, y con el que da el pistoletazo de salida a la Navidad, no ha llegado a emocionar del todo. El público ha aplaudido y ovacionado el trabajo coral de esta obra, en especial la actuación de la soprano Anita Hartig, en el papel de Mimi, y también la labor del simpático director de orquesta italiano Paolo Carignani.

Sin embargo, ha sido más severo y se han escuchado pitidos para la puesta en escena del británico Richard Jones, ausente de la función y cuyas labores en España ha ejercido su colaboradora Julia Burbach, así como con el tenor Stephen Costello, en la piel de Rodolfo, que ha adolecido de 'vis dramática'.

Esta coproducción con la Royal Opera House de Londres y la Lyric Opera de Chicago 'desnuda' el escenario para mostrar las entrañas de su puesta en escena. Confundiendo el tiempo real y el teatral, el patio de butacas se convierte en un gigantesco proscenio desde el que los espectadores espían sin rubor la compleja maquinaria del arte de la ópera. Pueden comprobar cómo se cambian los decorados, se utilizan diferentes artilugios para lograr efectos teatrales o se amontonan elementos escenográficos en las bambalinas como si fueran sueños de la memoria.

La historia arranca con una nevada en escena, presente incluso antes de que los espectadores tomen sus asientos y se ciñe a la estética del siglo XIX, en el que transcurre el libro 'Escenas de la vida bohemia', de Henri Murger (1882-1861), y en el que se basa el libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illicase. Los cuatro actos transitan entre el esqueleto de una bohardilla o alrededor del tumultuoso París de hace dos siglos.

Todo ello, para narrar las aventuras y desventuras de cuatro jóvenes artistas bohemios que sortean las dificultades económicas y las inclemencias del tiempo con humor, ilusión y el "alma millonaria de sueños", buscando su lugar en un París efervescente, bullicioso e invernal hasta que la historia de amor trágica entre uno de ellos, Rodolfo, aspirante a poeta, y la sastrecilla Mimì, acaba con sus sueños de juventud.

EL FIN DE LA VIDA ERASMUS

El "drama perfecto", según palabras de Jones citadas por Julia Burbach, que para Carignani hoy en día podrían interpretar todos esos erasmus que, en lugar de pintores o poetas, son ingenieros de software. Bohemios y estudiantes comparten esa misma resistencia juvenil hacia el modo de vida imperante, aunque se den en un contexto político y social diferente. Y de golpe, tras un acontecimiento extraordinario, culminan su viaje a la madurez, tal y como resume el director artístico del Real, Joan Matabosch.

En lo musical, se entrelazan frases cortas "de conversación" con otras de aliento melódico y dramático. Su orquestación sugiere, con eficacia tímbrica, desde detalles tan nimios como el serpenteo de las llamas o el tintineo de las monedas, hasta las 'ambientaciones' casi cinematográficas de la desangelada buhardilla, del bullicio del París navideño, o de la soledad y privaciones de la pobreza.

La evocación del pasado como "destellos de la memoria" está recreada con la utilización de motivos musicales asociados a emociones, sentimientos, o incluso a objetos a los que Puccini concede poder simbólico, como la vela de Mimì, la cofia rosa que le compra Rodolfo, el gabán de Colline, o el manguito que calienta las manos frías de la protagonista en su lecho de muerte.

Carignani, encantado de "revisitar" 'La Bohème', ya avanzó la dificultad de que todos los cambios de tiempo parezcan naturales y advirtió de que el inicio es de los más complicado, "como ponerse a caminar con un pie en alto", sin apoyos.

EL BAILE DE LOS DEBUTANTES

Dos repartos dan vida a esta popular ópera coral. El estreno ha estado encabezado por la soprano Anita Hartig, y el tenor Stephen Costello. Junto con ellos, Joan Martín Royo (Schaunard), el tenor español José Manuel Zapata (Benoit), el barítono canadiense Etienne Dupuis (Marcello), el bajo finlandés Mika Kares (Colline), Roberto Accurso (Alcindoro) y la soprano líbano-canadiense Joyce El-Khoury (Musseta). Acompañado a todos, el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la ORCAM.

Curiosamente, un total diez integrantes del equipo han debutado esta noche en el Teatro Real, entre ellos, los propios Jones y Carignani, así como el escenógrafo y figurinista Stewart Laing, la iluminadora Mimi Jordan, la coreógrafa Sarah Fahie y cinco cantantes (Hartig, Dupuis, Kares, Accurso y El-Khoury).

Entre el público asistente se han dejado ver rostros conocidos como Naty Abascal, Nieves Álvarez, Eugenia Martínez de Irujo, Iñaki Gabilondo o el exministro del PP José María Michavila.

El Teatro Real ofrecerá 19 funciones de 'La Bohème' hasta el próximo 8 de enero y habrá también representación el Día de Navidad, 25 de diciembre. Además, el próximo 29 de diciembre se retransmitirá en directo en Facebook. El montaje cuenta con el patrocinio de la Fundación Banco Santander.

Más noticias

Leer más acerca de: