El Royal Ballet regresa al Teatro Real veinte años después con una versión fresca y con tutús de El lago de los cisnes

El Lago de los cisnes, The Royal Ballet
PHOTO_ BILL COOPER / BILL COOPER
Actualizado: martes, 17 julio 2018 13:37

MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Royal Ballet regresa, veinte años después, al Teatro Real de Madrid, entre el 18 y el 22 de julio para ofrecer una versión "revitalizada" y "llena de frescura" de 'El lago de los cisnes' de Tchaikovsky. Además, sus responsables han destacado que han recuperado los tutús en el vestuario frente a las faldas largas utilizadas en otros montajes.

"Ha sido una gran apuesta hacer este lago de los cisnes después de 31 años que llevábamos sin hacer una producción de este tipo y la idea era revitalizar la versión tradicional para darle frescura y que sirva también para atraer nuevos públicos", ha señalado el director general del Royal Ballet, Kevin O'Hare, durante la presentación a los medios.

Las funciones contarán con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real dirigida por Koen Kessels, mientras que los papeles de Odette/Odile y el príncipe Siegfried estarán interpretados por Marianela Núñez y Vadim Muntagirov (18 y 22 de julio), Yasmine Naghdi y Matthew Ball (19 de Julio), Sarah Lamb y Ryoichi Hirano (20 de Julio), Akane Takada y William Bracewell (21 de Julio) y Yasmine Naghdi y Federico Bonellu (21 de Julio).

En este sentido, el coreógrafo de la obra, Liam Scarlett, ha destacado que ha revisitado la obra para "incidir" en los sentimientos de los personajes y en cómo "interactúan" entre ellos. "Hay que seguir de principio a fin a los personajes y la historia y a partir de ahí hacer el ballet para no dejar preguntas sin responder que el público entienda por qué el príncipe está triste o por qué el mago es malo".

Asimismo, el coreógrafo ha subrayado la importancia en las relaciones de los personajes entre si, así como "los gestos" que realizan que sirven para "ir construyendo la obra" con la intención de que prevalezca la moraleja con la que estas obras eran creadas. "Queremos que la gente que no entiende de ballet se sienta igual de sobrecogidos que los expertos", ha apostillado.

Para ello, el coreógrafo ha relatado que ha buscado "mantenerse fiel" al segundo acto, el primero escrito por Tchaikovsky, mientras que, para el primer y cuarto acto ha añadido fragmentos nuevos, con la intención de que "se fusionen" de forma "perfecta".

Por su parte, Muntagirov ha incidido en que, en esta versión, el personaje del príncipe muestra "una tristeza interior" que supone una "variación coreográfica" a través de los "gestos" y de la coreografía.

Por su parte, Núñez ha admitido la "gran dificultad" de interpretar dos papeles "tan diferentes" como los de el cisne blanco y el cisne negro pero ha asegurado que lo asume como "un reto". "No importa cuantas veces se represente siempre encuentras formas nuevas de verlo", ha apostillado.

Por último, en cuanto al vestuario, tanto el coreógrafo como el director del Royal Ballet han destacado la intención de "recuperar" los tutús frente a las faldas más largas empleadas en otras versiones de 'El lago de los cisnes'. "Está producción es todo lo que queríamos y más y se dice que va a ser la obra de una generación", ha concluido O'Hare.

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