MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
El flamante líder de la Vuelta a España, Alberto Contador (Tinkoff), ha preferido ser cauto tras la décima etapa, una contrarreloj individual de 36,7 kilómetros entre el Real Monasterio de Santa María de Veruela y Borja que le permitió vestirse de rojo tras la caída de Nairo Quintana (Movistar).
"Ha sido una pena la caída de Quintana, pero en las curvas había que coger aire. Era una bajada muy complicada. Estoy aquí sin presión, y eso juega a mi favor. Si llega el triunfo final será fantástico", indicó el pinteño al término de la etapa.
Contador, que tenía muy difícil participar en la ronda nacional, llegó a tiempo de correr la Vuelta, pero ahora sabe que todavía "queda mucho". "No hay nada decidido, queda más de la mitad de la Vuelta y estar por delante de Valverde y Fromme es para estar contentos", añadió.
El de Pinto se vistió con el maillot rojo tras esta décima jornada. Contador cuenta con 27 segundos de ventaja sobre el murciano Alejandro Valverde (Movistar) y con 59 sobre el colombiano Rigoberto Urán (Omega Pharma-Quick-Step), tercer clasificado.
