Los Dolomitas ejercerán de jueces en la última semana del Giro

El Monte Stelvio se tiñe de rosa para homenajear al Giro
GIRO
Actualizado: lunes, 22 mayo 2017 14:29

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El Giro de Italia entra en su tercera y última semana con el holandés Tom Dumoulin (Sunweb) como sólida 'maglia rosa', con una buena ventaja sobre sus rivales, mejores escaladores y que esperan jugar sus opciones en los temibles Dolomitas.

Dumoulin afronta el día de descanso este lunes con 2:41 sobre el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team), que ansía la llegada de cimas duras para intentar jugar sus opciones. Thibaut Pinot (FDJ), a 3:21, el italiano incenzo Nibali (Bahrain Merida), a 3:40, el ruso Ilnur Zakarin (Katusha), a 4:24, o el holandés Bauke Mollema (Trek Segafredo), a 4:32, buscarán sus opciones ante un líder que ha mostrado su fortaleza cuesta arriba y que tendrá además una crono final.

Ahora llegan los 'platos fuertes' con los Dolomitas, empezando por la etapa 16 de este martes, que no termina en alto, pero con la presencia del Mortirolo, renombrada cima Scarponi en honor del ciclista italiano y con un duro final con rampas del 16 por ciento, el Stelvio, la cima Coppi, más largo pero menos duro, y el Umbrail Pass, una ascensión con promedios cercanos al 9 por ciento y desde donde habrá un largo descenso de 20 kilómetros a la meta en Bormio.

Con poco descanso para refrescar las piernas, la jornada siguiente tendrá un inicio peligroso con Aprica y el Passo del Tonale, dos puertos al inicio de segunda categoría, aperitivo para la etapa de 24 horas después con el final en Val Gardena, tras cinco subidas en menos de 140 kms: Pordoi (1ª), Valparola (2ª), Grödnerjoch (2ª), Pinei (3ª) y Pontives (1ª).

La llegada en alto a Piancavallo, con un inicio de porcentajes duros cercanos al diez por ciento y el penúltimo día, con el Monte Grappa, donde ya brilló hace tres años Quintana, y otro puerto de primera (Foza) en el recorrido, serán las últimas oportunidades para los escaladores antes de la última etapa con la segunda crono, de 28 kilómetros, con salida del circuito de Monza y final en Milán, totalmente llana y que favorece claramente a un Dumoulin que luchará por llegar delante a una cita donde sería el gran favorito.

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