MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El jefe de filas del Movistar Team, Nairo Quintana, afronta la 103 edición del Tour de Francia, que comienza este sábado en el Mont Saint Michel, con mayor "madurez" y "tranquilidad" que anteriores años y la confianza en su equipo para asaltar el 'sueño' de conquistar el jersey amarillo en París.
Nairo Quintana siente que han cambiado muchas cosas desde que el Movistar le dio la alternativa en el profesionalismo en 2012. "He ganado mucha madurez y tranquilidad, y tengo un equipo muy sólido que me ayuda en todo lo que puede. Mil cosas han cambiado, todas para bien. Hemos hecho las cosas bien, hemos tenido buenas actuaciones en todas las vueltas por etapas donde hemos estado, ganando tres de ellas y siendo podio en San Luis y País Vasco. Estamos bien preparados", comentó.
El corredor colombiano, segundo en el Tour en 2015 y reciente ganador de la Ruta del Sur, explicó que ha descansado un poco más este pasado invierno respecto a la preparación de anteriores años para tener una "mayor sensación de frescura".
"Durante la temporada se ha demostrado que fue un acierto. Ganar dos carreras WorldTour que no estaban en mi palmarés fue emocionante y me dio tranquilidad. El equipo se ha adaptado cada vez mejor a mí, y yo a ellos, y siempre doy lo mejor de mí", aseguró el de Cómbita, en una entrevista para el servicio de prensa del equipo telefónico.
Del recorrido, destaca que el de 2016 es un Tour con "unas llegadas en alto muy bonitas" con las que se identifica. "Andorra será una jornada bastante dura, con mucho desnivel, que ya hará bastante daño en las piernas. Al Mont Ventoux espero llegar en mejor forma que en 2013 y hacerlo aún mejor. Y llegar a Morzine me llena de emoción: allí logré mi primera gran victoria, antes rivales muy importantes, en el Dauphiné de 2012", desgranó.
Asimismo, también se siente satisfecho por las cronos, uno de sus principales hándicaps. "En la Caverne habrá que ir con cabeza, será muy complicada tras Pirineos y Ventoux y realmente exigente; la de Megève, aunque lo parezca, no será una cronoescalada como tal y tampoco tan decisiva como se presume, pues quedarán etapas importantes, pero quien tenga mal día perderá bastante tiempo", auguró.
Asumió que cometieron un error en Holanda en 2015 y este año no se van a "descuidar", teme al estrés de la competición y las caídas, pero sabe que tendrá "un equipo potente, corredores hábiles para manejarse en el llano y gente de calidad en la montaña". Entre ellos, un Alejandro Valverde que cree que infundirá "respeto en los rivales". "Es un gran refuerzo que dará el ciento por ciento para conseguir el sueño amarillo", añadió.
"Froome y Contador son los principales rivales, pero hay otros corredores importantes que no debemos descuidar", subraya un Quintana que se confiesa nada supersticioso. "Aunque a un amigo le prometí hace años que si ganaba le llevaría un leoncito del podio. Agradezco todos los mensajes de apoyo en las redes, me llenan de emoción y fuerzas para seguir luchando por ese Sueño Amarillo. ¡Nos vemos en París!", concluyó.
