MONTMELÓ (BARCELONA), 11 May. (EUROPA PRESS) -
El piloto polaco Robert Kubica (Williams) ha vuelto a pilotar un monoplaza de Fórmula 1 en un Gran Premio oficial, en la primera sesión de entrenamientos libres del GP de España, ocho años después de su última carrera con Renault en 2010 y siete años después del grave accidente que sufrió corriendo rallys que casi le costó la vida.
"Aunque no estoy conduciendo demasiado, cada vez me siento más natural y es normal. Es bonito estar en unos libres de Gran Premio, y sería bonito continuar. Decidí aceptar la oportunidad que me ha dado Williams y he estado centrado en mi trabajo, las emociones desaparecieron pronto", se sinceró a los medios.
Kubica, que llegó a ganar un Gran Premio en 2008 con BMW Sauber --el año que finalizó cuarto en el Mundial, su mejor posición--, y que a punto estuvo de poder fichar por Ferrari, vio truncada su carrera en la Fórmula 1 por el grave accidente sufrido en febrero de 2011, antes de iniciarse el Mundial, en un rally cerca de Génova.
Tras una larga y dura recuperación, en la que logró salvar el brazo y la mano derecha que aún así le ha quedado dañada, el piloto quiso volver a sentir la adrenalina de la competición y, en concreto, en la Fórmula 1 aceptó ser probador de Williams, con quien ha cumplido ese objetivo de volver a estar en la élite.
"Sí, he tenido ciertas sensaciones pero nada grave, el año pasado cuando hice un test por primera vez tuve muchas más emociones, lo que es normal. Estoy aquí para hacer un trabajo", comentó Kubica, quien hizo previamente algunos test con Williams o Renault pero que no pilotó en una sesión oficiales de libres hasta este viernes en Montmeló.
Queda lejos, no obstante, el pensar en volver a ser piloto oficial. "El domingo llevaré mi coche desde el hotel hasta el circuito, así que como mucho me podrás ver pilotar en la carretera pero no en el trazado", bromeó al ser preguntado por la posibilidad de volver a verle como piloto en una carrera de F1.
Sobre la sesión, en la que terminó penúltimo pero por delante del piloto oficial de Williams Lance Stroll, lamentó la dificultad de mantener el coche en la pista. "Fue muy difícil poder hacer un buen pilotaje. Estamos al inicio del proyecto, se verá mejor el resultado al final del gran premio", matizó.
"Es difícil decir que hemos mejorado, siendo últimos. Seguimos el plan, sin modificar el coche porque modificaría nuestro test, pero se ha mejorado el balance y seguro que con las mejoras será mejor. No habrá un milagro, Barcelona es una pista complicada para nosotros, pero tenemos que mejorar", argumentó Kubica.
