BARCELONA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El RCD Espanyol ha ganado este martes al FC Barcelona (1-0) en la Supercopa de Catalunya, disputada en el Nou Estadi de Tarragona, y le ha devuelto la moneda en esta segunda edición de la competición, descafeinada de antemano y gris en cuanto a juego en el partido, a un Barça sin peligro ni mordida que había ganado en 2014 en la tanda de penaltis.
Un gol de Felipe Caicedo en el minuto 10 de partido, aprovechando una buena asistencia de José Antonio Reyes para superar a Jérémy Mathieu por velocidad y regatear al portero Jordi Masip para marcar a placer, dio el título a un RCD Espanyol que presentó un equipo más competitivo y al que le bastó con adelantarse y defender el marcador.
No presentó apenas peligro un Barça que contó únicamente con seis jugadores del primer equipo, ninguno de ellos titular habitual, y que encima vio cómo Mathieu se marchaba del terreno de juego con molestias físicas. Mal partido y mal resultado en todos los sentidos para los de Luis Enrique Martínez, que pocas buenas notas pudo sacar.
De los jugadores de la primera plantilla el mejor fue André Gomes, voluntarioso en el centro del campo e intentando llegar a la zona de finalización, aunque en la mejor opción que tuvo no llegó a empalmar el balón. Por su parte, otro partido sin marcar para un Paco Alcácer que jugó el partido entero y no tuvo ninguna ocasión clara.
Sí tuvo la posesión el Barça, que dominó el esférico pero no supo traducirlo en llegadas al área con peligro. Alguna falta directa, centros sin remates precisos y poco más. La mejor del partido para los blaugranas fue pasada la media hora de juego y en el primer tiro a puerto, cuando Denis Suárez la cruzó para que Roberto pusiera una muy buena mano derecha, firme y abajo, para desviar el balón y el peligro.
El Espanyol, que también dio la oportunidad de mostrarse a varios jugadores del filial, puso a más jugadores del primer equipo en el once inicial y ello le permitió dominar de inicio. Caicedo adelantó a los suyos, y poco trabajo más dieron a Masip. Un remate de Gerard Moreno ya en la segunda parte, o un disparo alto de Salva Sevilla y poco más.
Final gris, con más interrupciones que fútbol que no dio el espectáculo prometido en la presentación del torneo. Los 12.810 espectadores que prácticamente llenaron el Nou Estadi de Tarragona no pudieron ver un derbi caliente ni atractivo, el objetivo para una Federación Catalana de Fútbol que no contaba con que a última hora el Barça acudiera prácticamente con el filial.
Con este triunfo, el Espanyol suma su primera Supercopa de Catalunya e iguala la que sumó el FC Barcelona en 2014 en la tanda de penaltis tras el empate (1-1) al final de los 90 minutos. Un título para cada equipo, el del Barça sumado en Girona y el del Espanyol en Tarragona, con más respuesta del público que buen fútbol en ambos casos.
