MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid deberá vigilar este sábado el tridente ofensivo que lidera al Liverpool inglés, su rival por el título en la final de la Liga de Campeones, un nuevo trío que medirá a una defensa que ya ha tenido que lidiar con entramados ofensivos similares en otras ocasiones.
Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané no estaban seguramente situados en la primera plana al inicio de la campaña, pero cuando esta está a punto de terminar con la gran cita a nivel de clubes son mundialmente conocidos tras una espectacular campaña, sobre todo en el máximo torneo continental.
El egipcio fue el último en incorporarse a las filas del conjunto 'red' tras dejar muestras de su calidad en la Roma y en su primera temporada ha multiplicado su cotización gracias a sus goles y a la perfecta conexión con sus compañeros y lo que requiere el eléctrico fútbol que le gusta plantear a Juergen Klopp, que ya hizo daño al Real Madrid con la delantera que poseía en el Dortmund con Lewandowski, Goetze y Reus, diferente a la que tiene en la actualidad en los 'reds'.
Salah, Firmini y Mané son la principal amenaza para un Real Madrid, acostumbrado ya a lidiar con tridentes ofensivos de gran calidad y que en su momento contó también con uno de calidad como el que formaban la 'BBC' con Bale, Benzema y Cristiano, ahora a otro nivel.
Pero la zaga que capitanea Sergio Ramos ha tenido enfrente durante varios años a la popular 'MSN' azulgrana que lideraba Leo Messi junto a Luis Suárez y a Neymar, rota el pasado verano tras la marcha del brasileño al PSG que aportaba el desborde junto al '10' con el uruguayo como perfecto ejecutor.
Este año, en la 'Champions', el equipo blanco tuvo el examen de medirse con la nueva 'MCN' del conjunto parisino que formaban Mbappé, Cavani y Neymar, y que en diciembre parecía que acabaría con el reinado europeo de un campeón irregular. Sin embargo, ninguno logró brillar en el Santiago Bernabéu, a excepción de los destellos del exazulgrana, que luego se lesionó y no jugó una vuelta donde sus dos compañeros fueron anulados y pasaron desapercibidos.
Pero este último tridente multimillonario era más protagonista por su 'egoísmo', lo diametralmente opuesto a este del Liverpool y que incluso podría ser más temible y tener la nominación de cuarteto si hubiese podido mantener a Philippe Coutinho, fichado en el mercado invernal por el FC Barcelona.
Entre Salah, Mané y Firmino han firmado, entre la Premier League y la Liga de Campeones, un total de 86 goles, con especial mención para el egipcio, que ha vivido un gran año que le ha hecho incluso pelearle hasta el final la 'Bota de Oro' a Leo Messi tras sus 32 goles en el campeonato inglés.
El norteafricano ha sido el perfecto goleador del equipo de Klopp, pese a no ser un '9' natural sino más un veloz jugador de banda, que posee un gran regate, buena capacidad de desmarque y gran técnica para saber definir. A ello, ha unido su 'generosidad' con 14 asistencias, diez de ellas en la Premier.
FIRMINO, LEJOS DEL ESTEREOTIPO ACTUAL DE DELANTERO BRASILEÑO
Pero además Salah cuenta con dos socios de mucho nivel, sobre todo Firmino. El brasileño, que fue el primero en llegar a Anfield en el verano de 2015 procedente del Hoffenheim y alejado del estereotipo de atacante de su país, ha sido muy regular desde entonces. Menos goleador, ha marcado 25 dianas entre Premier (15) y 'Champions' (10), y se ha destapado como un perfecto asistente, el que más del trío, con un total de 15, ocho en el máximo torneo continental, una menos que el líder de este aspecto de toda la competición, su compañero James Milner.
Finalmente, Sadio Mané completa este tridente. Otro futbolista explosivo y veloz que ha sido el tercer mejor goleador del Liverpool en esta 'Champions' con nueve tantos y que también sabe asistir (7 pases de gol en la Premier). Capaz de hacer tres goles en poco más de dos minutos y medio ante el Aston Villa cuando jugaba en el Southampton, la zaga blanca tampoco puede despistarse con el pequeño senegalés.
Si estos tres delanteros encuentran espacios, su dinamismo y velocidad puede desarmar a la defensa de los de Zidane, que deberá estar muy atenta a no cometer errores en la zona donde mejor se mueven ni permitir contragolpes.
