BARCELONA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escolta del FIATC Joventut Sergi Vidal ha asegurado que ahora mismo vuelve a "disfrutar" con el baloncesto y que no piensa en la retirada, y es que una vez ha llegado a los 500 partidos en la ACB solo piensa en aumentar esa cifra siempre que las lesiones le respeten y seguir pasándolo bien con los suyos, en su Badalona natal.
"La gente me hace la broma que ahora hay que ir a por los otros 500 partidos. Evidentemente, no los habrán pero sí que me gustaría seguir sumando y mientras siga disfrutando voy a estar, evidentemente a merced de las lesiones que esperemos que nos respeten y con muchas ganas e ilusión de poder seguir. Ahora mismo estoy viviendo un bonito momento en mi carrera donde estoy disfrutando del baloncesto y, veremos donde llego", aseguró en un vídeo facilitado este miércoles por el Joventut.
Vidal, nacido en Badalona y criado en la 'Penya', está siendo un hombre clave para Maldonado esta temporada en el resurgir del equipo verdinegro. "Para mí, un chico de Badalona que le gustaba el baloncesto, el Joventut era lo máximo y cuándo recibí la llamada para venir no me lo pensé. Era una ilusión poder estar aquí", señaló.
Eso sí, su segunda casa no es otra que Vitoria. "Mi etapa de formación como jugador la hice en Badalona, pero dónde aprendí qué es el baloncesto profesional fue en Vitoria, fueron nueve temporadas donde para mí es mi segunda casa, y además repleta de éxitos. Es un orgullo brutal el haber podido ser capitán, es la mejor etapa porque pude conseguir algo que no sabía si algún día lograría, que era conseguir algún título. Finalmente, conseguí diez", celebró.
Tras un mal paso por el Real Madrid en lo deportivo y personal, apenas sin jugar, encontró en San Sebastián, en el entonces Lagun Aro, una válvula de escape. "Tuve la suerte de elegir la mejor opción posible, después de dos años sin poder jugar en Madrid. Encontré un entrenador que me dio toda la libertad y confianza, para que pudiera jugar como yo sabía. Empecé a recobrar sensaciones, no solo a nivel personal sino también por números y fue mi mejor temporada en la ACB", rememoró.
"En Unicaja tuve mala suerte porque empecé con una lesión que me impidió tener una adaptación normal al equipo. Además la operación no fue del todo bien, y jugué toda la temporada con dolores y sin poder estar al cien por cien, y eso nunca me permitió poder estar a mi nivel. Luego la segunda temporada volví a pasar en verano por el quirófano para salvar esa operación que no había salido bien. No tuve la suerte de estar involucrado en las rotaciones", lamentó.
En cambio, ahora, vuelve a jugar y a ser importante, y siempre recordará el haber cumplido los 500 partidos en casa, en Badalona. "No es una cifra a la que se llegue todos los partidos, y poder hacerlo donde nací y donde me crié, en mi casa para mi es importante", apuntó.
"También poder estar aquí y hacerlo con un equipo tan joven, y poder aportar mi granito de arena y que sean ellos los que vayan creciendo y que puedan decir que han cumplido 500 partidos y en parte, haber podido dejar tu legado. Me siento bien, estoy feliz y disfrutando otra vez del baloncesto. No me planteo ahora mismo ni dejarlo ni otras opciones", concluyó.
