El 'talismán' Iker Casillas afronta invicto su revancha

Iker Casillas
ANGEL RIVAS
Actualizado: martes, 15 abril 2014 17:44

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El capitán del Real Madrid, Iker Casillas, vivirá seguramente de forma especial la final de la Copa del Rey de este miércoles en Mestalla ante el FC Barcelona, once meses después de ver desde el banquillo como su equipo perdía el trofeo copero ante el Atlético de Madrid y deseoso de hacer valer su capacidad de 'talismán'.

El pasado 17 de mayo de 2013, el mostoleño se había habituado a su nuevo rol en el banquillo, al que una inoportuna lesión y la sorprendente decisión del por entonces técnico, José Mourinho, le apartaban, curiosamente, por tercera ocasión, de una final del torneo del 'KO'.

El guardameta blanco fue uno de los protagonistas de la ajetreada campaña que tuvieron algunos de los componentes de la plantilla con el de Setúbal y a finales de 2012 perdía de forma sorpresiva su sitio en el once titular, en beneficio del inexperto Adán, aunque lo recuperó cuando este fue expulsado ante la Real Sociedad.

Sin embargo, precisamente en Mestalla y en la Copa del Rey, en la vuelta de los cuartos de final, un lance con Arbeloa le lesionó en la mano. El club trabajó rápidamente para traer a un portero de garantías como Diego López, al que ni siquiera Casillas, una vez recuperado, quitó el sitio, iniciándose un debate que todavía se alarga esta campaña porque, también con cierta sorpresa, Carlo Ancelotti no eligió plenamente al capitán de la 'Roja', al que confió para la Liga de Campeones y el torneo del 'KO'.

Así, Casillas disputará su segunda final copera después de haberse perdido tres de las últimas cuatro jugadas por su equipo, con el añadido de que todas ellas se saldaron derrota. Con él en el banco de suplentes y con César Sánchez en la portería, el Real Madrid perdió las finales de 2001-2002, el famoso 'Centenariazo' ante el Deportivo (2-1), y la de 2003-2004, ante el Real Zaragoza, por 3-2 en la prórroga, más la del año pasado.

En cambio, con el guardameta mostoleño titular y resultando además clave, el equipo blanco puso fin a casi 20 años de espera en abril de 2011 al ganar por 1-0 al FC Barcelona, un éxito que quiere ahora repetir, en un escenario y un rival idénticos, y con el aval de llegar a la gran final sin que ni Olímpic, ni Osasuna, ni RCD Espanyol ni el Atlético de Madrid fueran capaces de hacerle un gol.

Tampoco hay que olvidar la famosa final de la Liga de Campeones de 2001-2002 en Glasgow. Vicente del Bosque había relegado al banquillo al canterano y depositado su confianza en César, pero este, con el conjunto blanco ganando 2-1 al Leverkusen, se lesionó en el tramo final y el arquero madrileño le reemplazó, convirtiéndose en héroe con varias paradas decisivas que dieron al Real Madrid la 'Novena'.

Y es que, en total, el portero madrileño ha jugado diez finales en su carrera deportiva y sólo ha perdido dos, en la Supercopa de Europa de 2000 ante el Galatasaray (2-1) y la Copa Intercontinental de ese mismo año ante Boca Juniors (2-1). Desde entonces, ha ganado todas en las que ha sido titular.

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