MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La nadadora de la selección española de natación sincronizada Paula Ramírez cree que su compañera en el dúo, la capitana Ona Carbonell, y ella se compenetran "mejor de lo que esperaba", mientras que considera que hay "mucha presión" en el equipo después de un año pasado difícil, pero que en el próximo Mundial de Budapest enseñarán que en España "hay calidad desde jóvenes".
"Cuando yo era alevín, Ona era junior y era mi referente. Ahora de repente estamos entrenando juntas, compitiendo juntas, durmiendo juntas en la habitación y creo que nos compenetramos bastante bien y mejor de lo que me esperaba", confesó Ramírez tras atender a Europa Press en la presentación de las rutinas libre del equipo de natación sincronizada para los Mundiales FINA de Budapest.
Ramírez, de 21 años, pensaba que sería "más difícil" acoplarse con Ona Carbonell, de 27, sin embargo, "ha sido muy fácil". "No solo en el agua, fuera del agua también tenemos mucha relación y cada vez está creciendo", explicó.
El salto al equipo absoluto y formar parte del dúo con Carbonell ha sido "difícil", pero la catalana tiene "mucha ilusión". "Tengo todas las ganas dentro por ser tan joven, no he gastado todavía toda mi energía y al equipo le pasa lo mismo, es un equipo tan joven que tenemos todas ese nerviosismo, esas ganas de subir arriba y de enseñar lo que sabemos hacer", apuntó.
El equipo de sincronizada es joven y todas están "aprendiendo a madurar juntas". "Nuestras entrenadoras, Anna Vives y Esther Jaumà, nos han concienciado mucho de que no es tan fácil lo que vamos hacer. Es un Mundial Absoluto, donde hay gente que tiene diez años de media más que nosotras y al principio da miedo, pero sigue siendo España, sigue luchando, sigue enseñando que hay calidad desde jóvenes y no solo a los 25-30 años", subrayó.
"ES DIFÍCIL EMPEZAR DE NUEVO TRAS UN AÑO TAN DIFÍCIL COMO EL PASADO"
Ramírez participará en los próximos Mundiales de Budapest en la modalidad de dúo y de equipo, cosas "muy distintas" para la catalana. "Intento nadar a la misma altura las dos rutinas, pero lo objetivos son diferentes. Tampoco nos hemos puesto, al menos yo, por presión, un ranking mundial, así que tanto en dúo como en equipo vamos a enseñar nuestra mejor versión y a ver hasta donde llegamos", aseguró.
Como para cualquier deportista, los Juegos Olímpicos "es lo más grande que hay" y son su objetivo "máximo", pero ella, de momento, prefiere ir "objetivo por objetivo". "Cuatro años se pueden hacer muy largos y este Mundial para mí es muy importante", advirtió.
Por otro lado, la joven nadadora reconoció que hay "mucha presión" en la natación sincronizada. "Es difícil empezar de nuevo después de un año tan difícil como el pasado. Que la gente diga que es un equipo nuevo, que a ver que consiguen hacer", matizó.
"No es fácil psicológicamente, pero somos un equipo nuevo y hemos entrenado muchísimo, sin tener en cuenta lo que dice la gente ni la prensa, concentradas en nosotras, en nuestro rendimiento y de momento nos está funcionando bien esta estrategia. Además, la gente está hablando bien de nosotras y eso nos anima y estamos mejorando muchísimo", sentenció.
