El patinador Javier Fernández a su regreso de PyeongChang
EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 19 febrero 2018 0:34

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El patinador español Javier Fernández aseguró sentirse en "un estado de felicidad plena" tras aterrizar este domingo en Madrid tras conquistar ayer sábado una histórica medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de PyeongChang, un metal que "no es sólo el color sino lo que significa" y que el madrileño "no cambiaría por nada".

"Estoy de vuelta en casa y súper contento de traer una medalla y compartirlo con la gente. Mi estado es de felicidad plena. Estoy con nervios solo de ver a toda esta gente en el aeropuerto, no me lo esperaba en absoluto", expresó Javier Fernández a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas rozando ya la medianoche y agasajado por dos centenares de personas que acudieron a recibirle.

El bicampeón del mundo se mostró "contento" por haber podido reflejar "el trabajo duro" que hicieron para preparar los Juegos y que este haya tenido "recompensa". "A los chicos que empiezan les digo que sigan luchando, que sigan trabajando, que nada es imposible y que entre todos podemos hacer que el patinaje siga creciendo", apuntó a modo de mensaje para los que le ven como un espejo.

"Quedan cuatro años, sería bastante veterano en este deporte y ya veremos", insistió sobre la posibilidad de alargar su carrera y estar en Pekín 2022. "Lo primero es esta temporada, que hay competiciones, está el Mundial, y luego quedan otras temporadas y decidiremos. Ahora mismo por el cuerpo solo tengo nervios. Tengo que hablar con los entrenadores y decidir qué hago", recalcó.

El hexacampeón de Europa, que tendrá que volver a a Corea del Sur para "hacer la gala de exhibición" y posteriormente retornará a la capital a "pasar otros días", no cambiaría "por nada" su medalla de bronce. "No es solo el color sino lo que vale y lo que significa el esfuerzo de la familia, los amigos, los entrenadores y el mío. Se ha cumplido un reto, una meta y por eso estamos satisfechos", subrayó.

"Es lo que estábamos esperando. Teníamos la espina clavada tras Sochi y estoy muy contento de esta medalla. Es importante el color, pero también lo que significa. Salimos con sensación de victoria y con eso nos quedamos", remarcó Javier Fernández, "contento pero con ganas de que no se quede aquí el patinaje, que haya otros niños que puedan dedicarse al patinaje y que mejoren los resultados".

También tuvo una dedicatoria para su familia. "Mis padres han dado mucho por este deporte, porque llegue lejos, y estoy contento con ellos porque se lo merecen", remarcó el patinador madrileño, que dejó los estudios y emigró muy joven de España para convertirse en uno de los mejores del mundo en un deporte con escasa tradición en su país.

"Quedan unos días para esperar a ver cómo España actúa con estas medallas. Regino (Hernández) ha hecho historia con una medalla de nieve, Lucas (Eguibar) tuvo esa caída que si no la sufre podía haber sido otra, pero podemos estar satisfechos porque traer dos medallas en los Juegos no pasa siempre", sentenció el patinador español.

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