PyeongChang asegura que la amenaza de Corea del Norte "no tendrá impacto" sobre sus Juegos

 Hyung-Koo Yeo Atiende A La Prensa
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 31 octubre 2017 10:54


"Siempre ha habido tensión en la Península y los Juegos se van a celebrar, no hay plan B", dice el secretario general del POCOG

PYEONGCHANG (COREA DEL SUR), 31 Oct. (del Enviado Especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez) -

Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de PyeongChang de 2018, que se celebran del 9 al 25 de febrero y del 9 al 18 de marzo, no se verán afectados por la amenaza de los ensayos nucleares llevados a cabo en los últimos meses por Corea del Norte y "no existe" un Plan B ante una posible suspensión.

"El deporte es deporte y los Juegos Olímpicos son un espacio para la paz. Los Juegos se van a celebrar, no hay plan B. La tensión en Corea no tendrá impacto en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de PyeongChang", aseguró el secretario general del Comité Organizador de PyeongChang 2018 (POCOG), Hyung-Koo Yeo, en una rueda con la prensa nacional y extranjera en el resort de Yongpyeong, en la comarca de PyeongChang.

Para el responsable del POCOG, la tensión en la región entre las dos Coreas se ha prolongado en las últimas décadas, sin que haya habido problemas para la organización de grandes eventos como los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, la Copa del Mundo de fútbol de 2002 y el Mundial de Atletismo de 2011, así como tres Universiadas y otros tantos Juegos Asiáticos.

"Siempre ha habido tensión en la Península y el deporte es una cosa que debe quedar al margen. Corea se ha esforzado al máximo para que los Juegos no se vean afectados por la política", añadió Yeo, que aclaró que pese a la preocupación expresada por países como Francia o Austria ninguno de ellos ha confirmado su renuncia.

El asunto de la seguridad es una "prioridad" para el POCOG, tal y como subrayó a Europa Press la responsable de Relaciones con la Prensa Internacional, Nancy Park, aunque prefiere no dar cifras sobre el presupuesto ni el número de militares, policías y personal de seguridad privada que destinarán a los Juegos.

"La seguridad es una prioridad importante para Corea, pero también para todos los Juegos Olímpicos. Hemos hablado con los responsables de otros países y las Agencias de Inteligencia para garantizar la seguridad de la familia olímpica. No contemplamos otra cosa que no sea celebrar los Juegos", afirmó la responsable de prensa.

No obstante, PyeongChang 2018 empleará en el dispositivo de seguridad "más recursos humanos", según indicaron a Europa Press fuentes del Comité Organizador, que Londres 2012, unos Juegos blindados por la amenaza del terrorismo islámico y para los que trabajaron más de 40.000 miembros, entre ellos cerca de 17.000 militares.

"ESTAMOS PREPARADOS DESDE HACE MUCHO TIEMPO"

PyeongChang tiene acabadas sus infraestructuras "al cien por cien", solo quedan algunos retoques para mostrar al mundo la imagen y el desarrollo económico y cultural de un "líder global" tres décadas después de aquellos remotos Juegos de Seúl'88.

Corea el Sur ve una oportunidad en PyeongChang de fomento de su economía, cultura, con más de 1.000 eventos relacionados con la cita olímpica y paralímpica, medio ambiente y tecnología, con los primeros Juegos 5G, junto a una oportunidad para la paz con su vecina del Norte.

Estos cinco ejes -economía, cultura, medioambiental, paz y tecnología- son el principal legado que dejarán los Juegos blancos en el nuevo gigante asiático. El alojamiento está "garantizado" con cerca de 43.000 habitaciones en un radio de 90 kilómetros en torno a las sedes, donde se espera que acudan más de 100.000 espectadores diarios.

Además, la política de "tolerancia cero" con el dopaje se verá implementada con la creación, por vez primera en unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, de la Autoridad Independiente de Pruebas (ITA), que permitirá una mayor eficiencia en la lucha contra los tramposos.

La cuenta atrás para el inicio de la emergente Corea del Sur, que han recaudado 830 millones de dólares en patrocinio privado, ya se ha iniciado. Este miércoles quedan tan sólo 100 días para la ceremonia de apertura y la población se lanzará a las calles para recibir la llegada de la antorcha olímpica.

El fuego alumbrado en el templo de Hera de la antigua Olimpia completará un simbólico recorrido de 2.018 kilómetros, portado por 7.500 relevistas, el último de ellos lo hará la heroína nacional Kim Yu-Na, campeona olímpica en Vancouver 2010 y subcampeona en los últimos Juegos en Sochi 2014.