EDIZIONES, 04 oct.
Lo que vivieron estos turistas durante una excursión en barco por una isla al norte de Siberia es una de esas cosas que tienes que ver para poder creer.
El 19 de septiembre las olas arrastraron el cadáver de una ballena de Groenlandia a la costa de la reserva natural de la isla de Wrangel, al norte de Siberia. Allí, al menos 150 osos polares se concentraron para degustar un auténtico festín.
La imagen sorprendió por varios motivos: El primero de ellos es que pocas veces se puede ver una congregación de osos polares saciando su hambre de tal manera. De hecho, muchos de los testigos de la escena creyeron que se trataba de ovejas y no de osos los que descendía por la ladera de la montaña hasta la costa.
El segundo motivo va en relación y es que, teniendo en cuenta que el total de la población mundial de osos polares es de 26.000, los 150 que se estimaban en aquel momento suponían un porcentaje nada despreciable (1%) concentrado para un solo fin: comer.
El tercer motivo por el que esta inusual reunión fue única y especial fue porque, por azar del destino, un grupo turistas pudo presenciar y documentar la escena.
"Tienes que vivirlo para creerlo, incluso ahora hay gente que se pellizca para asegurarse de que realmente sucedió", cuenta Rodney Russ, líder de exploración de Heritage Expeditions, y uno de los testigos del espectáculo en su blog.
En cuanto al motivo de tal reunión, según recoge Gizmodo, Científicos de Chukotka y Alaska, que se dedican a estudiar osos polares, fueron informados del evento y se actualmente se encuentran realizando observaciones y estudios para encontrar una explicación a lo acontecido.
