DESCONECTA, 11 Jul.
Con la llegada del calor y las altas temperaturas a la capital de China, muchas son las personas que aprovechan su día de compras en Ikea para comer, beber y echarse una siesta en cualquiera de sus muebles expuestos disfrutando de su aire acondicionado.
No hay excusas ni vergüenzas, cualquier cama, chaise-long, sillón o sofá es agradable y confortable para hacer un parón prudente y necesario para recargar las pilas y continuar por el laberinto de una de las tiendas de Ikea más grandes del mundo.
El personal de Ikea, a pesar de lo que se pueda pensar, no tienen intención alguna en despertar a sus adormilados clientes pues los consideran clientes potenciales y una buena estrategia de marketing para vender sus productos.