DESCONECTA, 25 Jun.
La historia que os mostramos a continuación demuestra que el amor de este padre por su hija no tiene límites. A pesar de su grave enfermedad, McKenzie Carey ha conseguido convertirse en la protagonista de un concurso de talento gracias a la ayuda de su padre.
McKenzie, que tiene 12 años y adora bailar, sufre una enfermedad llamada mitocondrial que le ha postrado en una silla de ruedas durante casi toda su vida.
Pero esta situación no ha impedido que McKenzie protagonizara un emotivo baile con su padre que supo dirigir a su pareja de baile durante toda la canción.
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Nuestra protagonista, vestida como una auténtica artista con un precioso vestido digno de las actrices de musical, acompaña a su entregado padre en un baile que emocionó a todos los presentes.
La sonrisa de McKenzie lo decía todo. Y es que no importan las circunstancias, con un poco de ayuda, siempre se pueden conseguir los sueños.
Si te ha conmovido la historia de esta valiente niña y quieres apoyarla, puedes visitar su página en este enlace.
