Actualizado 05/04/2018 13:21

Su hija desapareció hace 24 años y sus padres jamás se cansaron de buscarla hasta que la encontraron

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EDIZIONES, 5 abr.

Era el año 1994 cuando la hija de los fruteros de un mercado de Chengdu desapareció sin dejar rastro. Sus padres se dieron cuenta al terminar la jornada de que la niña no andaba por los alrededores como acostumbraba. Simplemente, desapareció. Desde entonces, la pareja inició una búsqueda que lejos de flaquear con el paso de los años, se hizo más y más fuerte hasta lograr el ansiado final feliz veinticuatro años más tarde.

Esta increíble historia no comienza de la mejor manera. La desaparición de un menor bajo esas circunstancias no augura nada alentador. Sin embargo, se caracteriza por ser una historia de fuerza, lucha y constancia de unos padres a lo largo de tantos años por volver a reunirse con su hija.

La vida de Wang Mingquing y Liu Dengying se detuvo por un momento cuando su hija, de tan solo 3 años, desapareció de su lado. Con la esperanza de encontrarla, el matrimonio comenzó a difundir su imagen pegando carteles por las calles de Chengdu, pusieron anuncios en la prensa y se valieron de las herramientas y las posibilidades que ofrecía Internet para dar con ella.

qifeng

Veintiún años después, a Wang se le ocurrió una idea que cambiaría el curso de cómo se estaban desarrollando las cosas: se hizo taxista. El hombre pensó que prestando el servicio de taxista podría conocer a más personas a las que contar la historia de su hija y, tal vez, dar con ella de alguna forma. Y, por increíble que parezca, así fue.

En el cristal trasero del taxi, Wang puso un cartel con información de su hija desaparecida, Qifeng. Como no tenía fotografías recientes de ella, puso una de su otra hija. Su historia comenzó a llamar la atención de los medios y Wang aprovechó para seguir difundiendo su misión: "Un día, mi hija puede ser quien pare este taxi".

En su empeño, Wang llegó a repartir más de 17.000 octavillas hasta que un buen día, un dibujante de la policía que leyó su historia quiso colaborar realizando un retrato robot de cómo sería Qifeng en la actualidad. El retrato se compartió en Internet y llegó a manos de una mujer llamada Kang Ying, a la que le llamó la atención su parecido con la mujer del retrato.

retrato robot

Kang Ying se parecía mucho a Qifeng, tenían la misma edad y hasta compartían la misma cicatriz en la frente. Muchas coincidencias que no fueron confirmadas hasta la realización de una prueba de ADN que, por fin, resolvería el caso. Kang Ying era la mismísima Qifeng.

El encuentro que mantuvo en vilo a todo un país se produjo en estos días en el aeropuerto de Chengdu. Kang se presentó con su marido y con su hija pequeña.

aeropuerto

"Papi te ama", dijo un emocionado Wang a su querida hija. "A partir de ahora, papá estará aquí, no necesitas preocuparte por nada, papá te ayudará".

"No puedo decirles cuánta esperanza, decepción y desesperación hemos sufrido en los últimos 24 años. Ahora finalmente podemos volver a encontrarnos", dijo Wang en unas declaraciones al periódico Beijing Youth Daily.

abrazo

De la vida de Qifeng solo ha trascendido que fue adoptada y criada en un pueblo a 20 kilómetros de sus padres. Según BBC, se estima que cada año decenas de miles de niños son secuestrados y vendidos para su adopción en el país asiático.

reencuentro

Así se contó su historia en las noticias: