EDIZIONES, 17 nov.
Todo aquel que tenga hijos, tiene a un Picasso en casa, sin saberlo. Tan solo es necesario darle un boli, un rotulador, una cera, un algo para dar rienda suelta al artista que lleva dentro. Y artista de los de verdad, de los que se salen del lienzo -literalmente- y terminan -no se sabe cómo, ni por qué- en la pared de casa.
En estos casos hay dos opciones inmediatas: enfadarte o tomártelo con humor.
La mujer de Eric Massicotte, un usuario de Twitter, optó por la segunda opción cuando cogió un marco de fotos y un folio en blanco para inaugurar una galería de arte en casa, después de que su hijo les regalara una obra de arte con rotulador verde y forma de casa en su preciosa pared blanca.
"Tus hijos van a hacer cosas que no deberían. Ayuda mucho si estás casado con alguien con sentido del humor", escribía Massicotte junto a la fotografía del cuadro en el que se puede leer: "Casa interrumpida, 2017. Rotulador sobre pintura de latex. Regalo a sus padres por sorpresa, 13 de noviembre".
El humor siempre es la mejor forma de tomarse estas cosas.