DESCONECTA, 02 Abr.
Joanne Milne, fue diagnosticada con el síndrome de Usher y tras 40 años sin poder percibir sonido alguno, se sometió a una exitosa operación de implantes cocleares en sus oídos.
La reacción de Joanne cuando encendieron los implates fue grabada por su madre, Ann, que estaba acompañándola en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham. Más de 2.5 millones de personas se emocionaron con las lágrimas inconsolables de la mujer en ese momento.
Desde entonces, Joanne cuenta al Daily Mail que ha llegado a "un mundo de bullicio, del canto de los pájaros, del tic-tac de los relojes, del agua y del tráfico". Después de salir aquel día del hospital, pensó: "yo sólo quiero volver a mi casa en silencio".
Ahora que está en pleno proceso de construir su propia biblioteca de sonidos puede afirmar "me gusta el nuevo mundo, en serio". Cada vez que oye un sonido que le es desconocido, le pide a quien tiene cerca que le diga de qué se trata para almacenarlo en su cerebro.
También, contó que lo que le animó a realizarse los implantes fue cuando le diagnosticaron la ceguera total que padece, para mejorar su vida. Ahora, Joanne cuenta con un perro guía al que llama Matt y con el que puede llevar una vida normal.
