EDIZIONES, 03 Mar.
Los residentes de Hopeman, en Escocia, temiendo que algún día alguien pudiera resultar gravemente herido -o algo peor- debido al exceso de velocidad de los conductores, han decidido sacar el secador de mano a la calle y se han puesto a apuntar a coches en un intento de disuadir a los conductores temerarios de la costa de Moray.
Vestidos con chaquetas fluorescentes y con un secador de pelo apuntando a los coches, tal y como lo harían la policía, es a lo que han tenido que recurrir los aldeanos de Hopeman, a quienes les preocupa - y mucho- que un mal día uno de esos coches a gran velocidad provoque una desgracia, especialmente en horas escolares en la que los niños cruzan la calle para ir al colegio.
La preocupación de estas personas se enfoca, principalmente, a una larga recta que atraviesa el pueblo de Hopeman y que permite alcanzar velocidades de hasta 100 km/h. La recta conduce a las afueras del pueblo.
El alcalde de Moray, Dennis Slater, residente en Hopeman y consciente del problema, dijo a BBC que la medida es un intento desesperado por que los conductores reduzcan la velocidad al pasar por la comunidad y que era asunto debía ponerse en manos de la policía de Escocia. Ésta, por su parte, dijo en un comunicado ser conocedores del problema y asegurar que es una de las prioridades en las que están trabajando.