EDIZIONES, 21 Dic.
Minuto 73 de un encuentro entre el Rayo Vallecano y el Real Zaragoza, en el que se jugaba algo más que un partido, se jugaba el alejarse lo máximo posible de la zona de descenso a Segunda B, y Paulo Gazzaniga, portero del Rayo, rompe el desempate con un gol en su propia portería.
El arquero argentino recibió el balón manso dentro del área. Cuando se preparaba para un despeje que, a priori, no encerraba dificultad alguna, a Gazzaniga le traicionó la presión y su pierna derecha no encontró el balón con el que rematar. La mala pata quiso que la portería del Rayo fuese la que encajase el esférico, anotando un tanto al equipo contrario. Gazzaniga no da crédito a lo que acaba de pasar, sus compañeros tampoco y su afición menos. El Rayo pierde por un gol a cero.
Los minutos después del final de partido se tornaron amargos para el Rayo Vallecano, pero especialmente para su portero, a quien le llovieron las críticas de -casi-todos. Decimos "casi todos" porque hubo un niño que no se dejó llevar por la rabia y el calentón del momento y habló así de elocuente ante el reportero de Unión Rayo cuando le preguntó qué le había parecido el portero.
"Un fallo lo tiene cualquiera, pero la verdad es que el fallo ha sido un poco grave. Aunque si es un equipo hay que apoyarse y los jugadores no le han apoyado nada y eso es la verdadera pena", dijo sin titubear el muchacho. "Esto es un equipo, donde debería ir hasta el último aficionado", continúa diciendo en un discurso que llama a la comprensión de un error que "puede tener cualquiera".
Los 20 segundos de sabiduría de este joven rayista no han pasado desapercibidos en Twitter donde acumula 1.600 retuits y 1.400 'me gusta'.
