EDIZIONES, 30 Jun.
Se jugaba un partido de béisbol de las Series Mundiales universitarias. El partido estaba siendo retransmitido por la cadena deportiva ESPN. En un momento dado, la televisión fue a buscar un plano recurso del público entre lanzamiento y lanzamiento. Y encontró lo mejor del partido.
Pilló a un chaval que se había dado cuenta de que le estaban grabando. En ese momento, el chico comenzó a hacer toda serie de muecas y gestos a la televisión, olvidándose completamente del partido al que había asistido con su madre, la persona que estaba a su lado. Ella en cambia, asistía al partido con mucha concentración y nervios, medio mordiéndose los labios.
Los comentaristas de televisión, al ver al pequeño poner muecas, no pudieron contener la risa. Apostaban a ver cuánto duraría una mueca y se preguntaban, entre risa y risa, si la señora que tenía al lado era su madre. Veían al niño con muecas de sorpresa, de seducción, de seriedad... Y todas despertaron las risas de los reporteros. Los espectadores lo pasaron muy bin viendo al chico. Para que luego digan que el béisbol es aburrido...
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