EDIZIONES, 20 feb.
Cuando a Jennifer Jones, una mujer de Minnesota de 40 años, le diagnosticaron fibrosis quística, una enfermedad que generalmente se diagnostica antes de que la persona cumpla los dos años de vida, su función pulmonar era de un 65%. Ella tenía 29 años por aquel entonces.
En el año 2016 ya dependía de una máquina de oxígeno a tiempo completo y no fue hasta octubre del 2017 cuando ingresó en la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, para un trasplante. A la cirugía llegó con tan solo un 10% de su función pulmonar, algo que le había dificultado en gran medida incluso las tareas más simples.
Gracias a la donación de una persona anónima, Jennifer pudo recibir un trasplante de pulmón que le ha hecho, de alguna manera, volver a la vida pudiendo respirar "por primera vez", de nuevo.
Ese momento en que a Jennifer le retiran el tubo de respiración artificial y ella inhala y exhala por sus propios medios fue recogido en vídeo por su novio, Robert Ronnenberg y compartido en YouTube, donde se ha hecho viral.
"Me sentí como si estuviera volando. Pensé que estaba allí arriba y sentí que no podía respirar lo suficientemente profundo. Fue verdaderamente increíble", dijo Jennifer a ABC6.
Gracias a la donación de esa persona anónima Jennifer tiene ahora un 93% de función pulmonar y es capaz de mantener conversaciones, lavarse la cara o ducharse sin temor a quedarse sin aliento.
La pareja decidió compartir su experiencia para alentar a las personas a convertirse en donante de órganos.