Economía.- Galindo (APCE) pide a la banca condiciones de financiación "similares" a las del mercado en la venta de pisos

Actualizado: martes, 26 mayo 2009 13:24

Dice que el peso de la construcción se estabilizará en el 8% del PIB y del 10% del empleo


MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la patronal de los promotores y constructores (APCE), José Manuel Galindo, entendió hoy que la banca debe vender sus propios 'stocks' de viviendas, al suponer un "lastre" que tiene que liquidar, pero pidió lo haga "con cautela" y respetando condiciones de financiación "similares" a las que se ofrece a los compradores que adquieren viviendas a los promotores.

Durante la inauguración de la 'Conferencia Inmobiliaria de Madrid 2009', antesala del SIMA09, Galindo aprovechó la presencia del presidente de la patronal de la banca (AEB), Miguel Martín, para insistir en que "hay que hacer solventes a las empresas" para que puedan mantenerse en estos años de transición.

Así, consideró que la construcción sigue siendo un sector "de futuro" para la economía. Concretamente, estimó que el 'ladrillo' rebajará su peso hasta el 8% del PIB y el 10% del empleo y que en la actualidad se está ajustando "excesivamente".

Dicho esto, aseguró que los promotores ya han ajustado los precios de la vivienda hasta un 20%, y que ahora es el momento de tener conversaciones continuas con las entidades financieras con la idea de incluso financiar nuevas operaciones inmobiliarias. Asimismo, demandó a las administraciones públicas que hagan solvente a la demanda.

En este punto, comentó algunas medidas anunciadas por el Gobierno, como la modificación de la deducción por compra de vivienda, y aseguró que son "procíclicas", cuando deberían caminar en la dirección contraria para poder ayudar a absorber el 'stock' de viviendas. "No tengo absolutas garantías", aseguró, para añadir a continuación que habría sido mejor una incentivación fiscal con un plazo de extinción progresivo.

Por otro lado, Galindo se centró en el cambio de modelo en el sector de la construcción e instó a no menospreciarlo. Dicho esto, reconoció que éste no tendrá el volumen alcanzado en los últimos años y se estabilizará entorno a una producción de unas 400.000 viviendas anuales.

Hasta entonces, habría que adoptar, a su juicio, reformas estructurales para dotar de más competitividad al sector, empezando por la agilización y la mejora de la seguridad jurídica en la gestión de suelo.

Por otro lado, abogó por reformar la financiación de las administraciones públicas, que ha sido un "elemento distorsionante" de los precios, reforzar la seguridad jurídica en el alquiler, que hoy se ve penalizado por falta de garantías para los propietarios, y, por último, apostó por una mayor profesionalización de las empresas del sector.